Talleres de Renfe: 4 años de demora y 8 meses de mudanza

M.R.I.
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El traslado de maquinaria se ha iniciado pero el de los operarios se complica por la falta de licencia de uso

Cuatro años de demora y 8 meses de mudanza para los talleres

El traslado de maquinaria y trabajadores desde los talleres de Renfe, en el paseo de Farnesio, a la Base de Mantenimiento Integral de Renfe comienza a ser realidad, aunque las trabas burocráticas lo pueden complicar.  Esta semana se inició una mudanza, que durará unas 30 semanas,  y que se había visto frustrada en casi una decena de ocasiones en los últimos cuatro años y medio. Unos retrasos que han gestionado tres ministros de Fomento y que han generado incertidumbre entre los casi 700 trabajadores de la empresa.

Las nuevas instalaciones del Páramo de San Isidro han costado más de 172 millones de euros, según el informe de fiscalización del Tribunal de Cuentas sobre las sociedades públicas de integración del ferrocarril. Un coste que triplica los 56 millones iniciales y que ha sido financiado por la sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV), de la que for man parte el Ministerio Fomento, con el 50% de las acciones; la Junta y el Consistorio, que se reparten la otra mitad.

Un traslado que no está exento de las prisas de «última hora», ya que el comité de empresa denuncia la falta de licencia de uso. El Ayuntamiento otorgó el lunes la autorización de uso provisional del suelo, pero este trámite no ha resultado suficiente para poder iniciar la actividad laboral en las instalaciones, que estaba prevista para este próximo lunes, ya que se necesita una autorización de la SVAV, informa Europa Press. El concejal de Urbanismo ha reconocido que confiaban en que el decreto aprobado para el uso provisional sería suficiente para el inicio de la actividad, pero «no basta para constituir un centro de trabajo». Por ello, explicó que está en contacto con miembros del Consejo de Administración de la entidad para promover una reunión, «sin necesidad de ser presencial», para tomar el acuerdo necesario. Se trata del último obstáculo para abordar una de las mayores operaciones de traslado de una actividad industrial en funcionamiento en el país, ya que se simultaneará la actividad.

Este contratiempo impide el  traslado de los primeros operarios y el comité de empresa califica la situación de «tomadura de pelo». Sobre todo por las esperanzas depositadas en el traslado, que supondrá más carga de trabajo y más empleo. Las nuevas instalaciones están preparadas para acoger vagones del AVE de la serie 103, aunque el nuevo taller se dedicará, en principio, a la misma actividad que llevan a cabo los actuales, es decir, se dedicará a la reparación de trenes tanto de ancho nacional como internacional y se dedicará al mantenimiento preventivo de primer y segundo nivel. También se continuará la adaptación de los trenes para permitir el acceso a personas con movilidad reducida.

«El nuevo emplazamiento, en un espacio ferroviario completamente nuevo, junto a la futura estación de mercancías y otras instalaciones, ofrece también otras ventajas impagables», recalca Saravia. Con todo, los talleres han contado con una buena carga de trabajo y emplean a unas 180 personas subcontratadas, aparte de las 489 de plantilla.

Aunque la plantilla apunta puntos pendientes de resolver, como es el de los accesos. «Ahora más del 25% de la plantilla va en bici o a pie, pero a las nuevas instalaciones es imposible», denuncia Javier López Moreno, de la sección sindical de UGT. «Más de 700 personas en coche van a generar problemas de tráfico en el acceso al polígono de San Cristóbal y a la propia ciudad, ya que el horario de salida coincide con el de Iveco». Ante esta situación el comité de empresa ha pedido una reunión con el Ayuntamiento. El alcalde y el concejal de Movilidad los recibirán el próximo martes por la mañana. 

A la vez, en el Consistorio se planifican ya la actuaciones a seguir porque con la marcha de los talleres «se consolida el cambio de carácter de la zona», apunta Saravia. «Llevará un tiempo hasta que se empiecen a ver las nuevas construcciones allí. Habrá que completar el traslado, y aprobar definitivamente los nuevos documentos urbanísticos. Luego será necesario descontaminar los suelos. Después urbanizar, que se hará en varias fases. Y por último construir. Todo lo cual son años. Hay que intentar que la nueva zona quede muy bien», apunta.