Los mercados de abastos tienen el 25% de los puestos vacíos

M.R.I.
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El Mercado del Val licita otra vez los siete puestos vacantes y el espacio polivalente de la planta superior

Mercado del Val. - Foto: Jonathan Tajes

Los mercados municipales de Valladolid tienen un 25 por ciento de sus puestos sin ocupar. En total, las cinco plazas de abastos suman más de 200 puntos de venta que, con una media de unos dos trabajadores por negocio, emplean a más de 400 personas en la capital.

El Ayuntamiento trabaja desde hace tiempo en un plan para impulsar este comercio de proximidad y conseguir ocupar los puestos vacíos en la red municipal, donde la situación es muy desigual. El objetivo es conseguir una red «mucho más sólida» y que se conozca su oferta. Se está trabajando en un proyecto para «unificar» la imagen y los mensajes. La intención es que exista «coordinación» entre los mercado, algo que «ahora no existe», según explica la concejala de Medio Ambiente, María Sánchez. Además, también se modificará el reglamento municipal, ya que el actual data de 1983, para adaptarlo al comercio de proximidad. También se pretende renovar antes del fin del mandato las concesiones en precario y adjudicar los puestos vacíos. 

la rondilla. El mercado de La Rondilla originalmente tenía 52 puestos, pero después algunos se unieron y ahora son 37, de los que 18 están libres. Esta situación se explica, en parte, porque lleva años pendiente de una remodelación completa y los puestos se han ido vaciando por jubilaciones y no se encuentran interesados por la «incertidumbre» de futuro. El Ayuntamiento ha consignado dos millones de euros, provenientes del superávit municipal de 2018, para afrontar el cambio de imagen y de concepto de negocio. Un proyecto consensuado con los industriales y con Fecosva. «Estamos satisfechos con los plazos que nos están dando desde el Ayuntamiento. Ahora falta adjudicar la obra, pero nos gustaría que fuera en verano, que es la época más floja para nosotros», asegura  Miguel Ángel, el presidente de los industriales.

De momento, ya se ha adjudicado la redacción del proyecto y dirección de obra para una reforma que consistirá en adecuar las instalaciones a las distintas normativas vigentes, tanto en lo que a la accesibilidad se refiere como a la habitabilidad, protección contra incendios,... Además, se aumentará la visibilidad ampliando la superficie de vidrio;se reubicarán o adaptarán los puestos y se dará amplitud y visibilidad a los accesos de entrada y salida al mercado. En el proyecto también figura la reubicación de la sala de residuos, la eliminación de la isleta central y la adecuación del muelle de carga y descarga. «Todas estas propuestas buscan adecuar el mercado a las necesidades y modelos comerciales actuales», explica la concejala de Medio Ambiente, María Sánchez.

El planteamiento pasa por poner este mercado, pero también el resto, a la «vanguardia» de la venta de productos frescos. El planteamiento municipal es potenciar estos espacios de comercio de proximidad y que «hagan barrio». Un reto nada fácil, aunque el ejemplo del éxito de la fórmula aplicada en el Val anima al resto de industriales. «Hay que dinamizarlos con actividades concretas de ocio, cursos de gastronomía… Incluso se habla de instalar ludotecas», apunta Sánchez.

el nuevo val. El Mercado del Val se remodeló integralmente hace dos años y medio, pero también cambió radicalmente su concepto de negocio, especializándose en la oferta gourmet. Unas actuaciones que han dinamizado el modelo de negocio pero que no han sido suficientes para ocupar todos los puestos. De hecho, hace unas semanas el Ayuntamiento aprobó la licitación de los siete puestos que después de este tiempo continúan vacantes, así como del espacio polivalente, donde inicialmente se pretendía instalar un restaurante, y en el que ahora se plantea realizar actividades de restauración o  eventos. 

La concejal de Medio Ambiente y Sostenibilidad reconoce que los últimos pliegos de concesión han estado abiertos durante aproximadamente un año y ahora se han renovado. Aunque esta vez se muestra más optimista porque apunta que existen varias personas y negocios interesados, por lo que esperan que alguno de los puestos sea adjudicado próximamente.

 Por otro lado, los industriales del Val inauguraron a principios de marzo el servicio de reparto a domicilio que funcionará a cualquier punto de la capital, alfoz y urbanizaciones cercanas. Esta opción se complementa con el de la consigna de frío, donde se realiza la inscripción para el reparto. Además, en la línea de la rehabilitación del edificio, que lo ha convertido en  eficiente desde el punto de vista energético, se ha optado por un vehículo de cero emisiones.

Las delicias. Este es el mercado más moderno de la capital, ya que se inauguró en 2002. Esto hace que el edificio de tres alturas cuente con sistemas de iluminación y ventilación natural gracias a la forma de su techo. Además, es accesible para personas con minusvalías físicas gracias a las dos rampas de acceso instaladas en las entradas del paseo de San Vicente y de la calle Salud. Unas infraestructuras y servicios que no evitan que de los 37 puestos de los que dispone, 12 de ellos (dos son dobles) estén libres.

Ante esta situación y dado que restan todavía ocho años y medio de concesión, el Ayuntamiento abre la posibilidad de acceder a estos puestos para ofrecer otros servicios que no estén centrados en la alimentación como bares, textil,... El precio medio del alquiler de uno de estos espacios es de 11,61 euros por metro cuadrado más la cuota de gastos mensuales establecida por los Industriales. Además, se está tratando de habilitar más zonas de aparcamiento en el entorno para «favorecer» el acceso de los clientes. Una medida en la que están trabajando las concejalías de Movilidad y Medio Ambiente.

autogestión. Los industriales del Mercado del Campillo tomaron las riendas del mercado en noviembre de 2017, en un proceso de licitación abierta por un plazo de 10 años, con dos posibles prórrogas de cinco años. «La tradición del Campillo es larga. Aquí hay sagas profesionales y mucha profesionalización», explica su gerente, Jesús Gallego. Este mercado registra tradicionalmente una ocupación del cien por cien, aunque ahora la gerencia está negociando el alquiler de tres de los 66 puestos, aunque no descarta «reservar» alguno para la propia asociación de industriales. Además, la cafetería que estaba sin adjudicar ya está en obras y abrirá «en breve».

Esta asociación que maneja un  presupuesto modesto, de unos 120.000 euros frente a los más de 500.000 del Val. En este caso, los industriales aprovechan la gestión del aparcamiento subterráneo de 110 plazas para conseguir ingresos extras, pero aspiran a realizar una «gestión indirecta de todo el edificio». Un petición que justifican en su concepción de los mercados como servicio público. «Los mercados juegan un papel muy importante dentro de la ciudad. Funcionan como reguladores de precio y también afectan a la ordenación urbanística», reitera  Gallego.

El Campillo y el resto de los mercados municipales afrontan el problema del relevo generacional y casi no hay industriales menores de 40 años y la mayoría de los puestos vacíos lo están por jubilaciones.

la marquesina. El mercado especial de La Marquesina, en Plaza España, no pasa por su mejor momento porque de los 26 puestos iniciales se ha pasado a los 13 que existen en la actualidad. Esta merma se debe, en gran parte, a la jubilación de los comerciantes y a las condiciones que están establecidas para optar a uno de estos puestos. El Ayuntamiento está actualmente en fase de negociación con los industriales. «La propuesta es que haya 15 puestos de más dimensiones, más acorde con sus necesidades de exposición y almacenamiento». 

Además, está pendiente de afrontar las obras de impermeabilización de la cubierta. En principio, el equipo de Gobierno tiene previsto convertirla en un techo ecológico gracias al programa europeo Green Up.