Cuando el medio rural va por delante

Juan López (Ical)
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Las zonas de salud de Valladolid que pasarán el lunes a fase I ensalzan el inicio de reapertura económica pero advierten a quienes sueñan con ir a sus segundas residencias y les piden responsabilidad

Alaejos pasará a la fase 1 este lunes. - Foto: J. Tajes

“Nos parece positivo porque significa que hemos hecho las cosas bien. Pero necesitamos que esté acompañada de medidas que eviten el efecto llamada y que regresen a segundas residencias gente que vive en Valladolid, Madrid o San Sebastián”. El alcalde de Alaejos, Carlos Mangas, resume de esta manera sus dos sensaciones ante la escalada a la fase I que la zona básica de salud en la que se encuentra su pueblo se situará a partir del lunes, siempre que lleguen a buen puerto las conversaciones en este sentido entre Junta y Gobierno central.

Mangas no habla por hablar. En la última semana ya ha observado alguna familia llegada del País Vasco, a la que ha llamado la atención. “Y, ¿qué más podemos hacer? Hemos hecho un gran trabajo los vecinos de estos pueblos para mantener al virus a raya y ahora hay gente irresponsable”, reprocha.

En total, tres zonas básicas de salud de Valladolid, Alaejos, Mayorga y Esguevillas de Esgueva, todas ellas rurales, tendrán la oportunidad desde el lunes de estar un paso más cerca de la que se ha denominado 'nueva normalidad'. Suponen entre ellas 6.700 habitantes (el 0,3 por ciento de la población autonómica) y 31 municipios.

En Alaejos, por ejemplo, son en total seis municipios, con casi 2.800 habitantes, la mitad de ellos en el pueblo que le da nombre, que alberga hasta una decena de establecimientos hosteleros, que ya podrán poner el 50 por ciento de sus terrazas. “Nos permite ir relanzando la actividad económica poco a poco”, reitera el regidor a Ical. Mangas señala también que la libertad de movimientos entre los municipios de la zona básica facilita que aquellos vecinos de localidades sin supermercado lo hagan en los pueblos más grandes. “Tampoco es que tengamos grandes servicios, pero hay familias que viven de la hostelería y ya tienen que abrir en determinadas condiciones”, remarca.

El primer edil, quien señala que la Junta le pidió opinión sobre esta posibilidad hace ocho días, comenta que ahora hay registrados dos casos por covid-19, pero “aislados en sus domicilios”.

Desescalada apegada al territorio

En la zona básica de Mayorga, el alcalde de la localidad que es cabecera de comarca, Alberto Magdaleno, resume que subir de fase implicará en las calles del municipio la apertura de todos los comercios, el gimnasio y la biblioteca municipal. También, poner en funcionamiento el mercadillo semanal, “garantizando la distancia entre puestos y, si no se puede, reducirlo la presencia a un 25 por ciento”.

En un área con 2.600 vecinos y una docena de pueblos, 1.600 residen en Mayorga. “Para nosotros supone entrar dentro de la lógica, si se tiene en cuenta el número de casos y la afección del virus en la zona”, explica, que ha sido 21 casos para 12 municipios. “Me parece la forma de desescalar más apegada al terreno y que más favorece al medio rural, en tanto en cuanto no es justo que estemos confinados cuando el grueso de los casos se da en la capital”, espeta el regidor mayorgano.

Sin embargo, admite que “hay que ir poco a poco y que la gente sea responsable”, por lo que realizó un llamamiento al civismo, “porque es más complejo hacer algo que te permiten con ciertas condiciones que algo que no te permiten hacer”. “Si estamos donde estamos es porque hasta ahora hemos hecho las cosas bien”, subraya Magdaleno, quien lo achaca también al factor de lejanía con Valladolid capital, 80 kilómetros, que difiere de los municipios del alfoz.

Población de riesgo

En Esguevillas (1.317 habitantes) este paso causa cierto temor por suponer una llamada a aquellos que viven en grandes ciudades. “Aquí es todo gente mayor, de riesgo, se han cuidado mucho en este tiempo, haciendo caso en el confinamiento. Y que la gente pueda lanzarse a venir a sus segundas casas y sus huertos, que no dejan de ser suyas, pues da respeto”, asevera la alcaldesa de la localidad, Rosana Alba, que acoge a 287 del total de vecinos de los 13 pueblos de la zona básica de salud.

Sin ningún caso de covid-19 registrado, considera que el cambio supondrá reactivar las empresas los dos bares de Esguevillas, que pueden montar sus terrazas y dar servicio. Pero al medio rural, reconoce, “poco más”, porque la gente ya podía salir a pasear a cualquier horario al tener menos de 5.000 personas.

Por ello, aprovechó la llamada de los medios para apelar a la responsabilidad de sus conciudadanos de Bilbao, Barcelona o Valladolid, a los que avanza que “pondrá algunas normas y pautas para que la gente que venga lo haga con cuidado”, como por ejemplo obligar a llevar mascarillas todo el mundo y, por supuesto, “mantener el distanciamiento social”.