El VRAC no podía permitirse más fallos. Y los nervios se notaron en un partido que comenzó muy igualado. El Aldro Energía Independiente tenía el oval e intentaba inaugurar el marcador. Esa fue la tónica de unos primeros minutos de juego que recordaban a los del anterior partido en Pepe Rojo ante el Bizkaia Gernika.

Sin embargo, lo que llegaba era un contraataque de manual de Guillermo Mateu tras recibir el oval en su propio campo y avanzar desde unos 70 metros, para lograr la primera marca de la mañana.

Esto pillaba a contrapié al conjunto visitante, que veía como poco después Anthony Matoto llegaba a la zona de marca tras una buena jugada para hacer un segundo que también pasaba Greg Dyer.

Las cosas se ponían favorables a los azulones y, aunque Juan Zabalegui aprovechaba un despiste defensivo para acortar diferencias en una internada por banda izquierda, los de Diego Merino no querían sorpresas y ponían tierra de por medio antes de llegar al tiempo de descanso. Primero, en una melé ganada tras la que un inteligente Dyer dejaba atrás a su oponente con un quiebro, Más tarde, Guillermo Mateu conseguía el bonus ofensivo para los suyos. El argentino se anotaba la segunda marca en su cuenta particular tras asistencia de Matoto en otra buena jugada.

La segunda parte no iba a tener mucha historia. De hecho, no podía empezar mejor para los intereses queseros. Con menos de un minuto disputado, Matoto también lograba su segundo ensayo.

Los cántabros pronto quedaban completamente desarbolados y, en medio de los cambios de uno y otro equipo, iban cayendo una marca local tras otra. Aunque el Aldro Energía maquillaba el marcador con dos consecutivas, hasta diez conseguirían en total los vallisoletanos para terminar venciendo por un contundente 62-19 que, junto a la derrota del Sanitas Alcobendas, le aseguran la segunda plaza en la fase regular de la División de Honor de rugby.