Marcelo Nicola arrancó su análisis de la final de la Copa Princesa hablando de la solidez del inicio y de la importancia de las cabezas, "cuando ellos han remontado". "Era un momento en el que nos podíamos haber caído con su intensidad y el ambiente, pero les hemos parado, con una defensa tremenda. Cuando el equipo defiende así es complicado ganarnos. Felicitaciones a los jugadores que cada día entrenan para ganar", resumió el técnico del Delteco Gipuzkoa.

Y, aunque dejó claro que ya piensa en su próximo rival, Marín, habló de ese inicio y de lo importante que había sido: "El 0-8 era una cosa que habíamos previsto, jugar en casa a veces te juega malas pasadas. Y la presión de jugar fuera de casa para nosotros se ha convertido en presión para ellos. Hemos seguido muy bien el plan de partido. Cuando empiezas 0-8 rompes a sudar con más serenidad que con 8-0".

Ahora su equipo tiene el factor campo a favor en el playoff, "un dato más de esta noche". "De presión nunca he hablado, de tensión sí. Hay nervios, tensión, pero lo importante desde que nos clasificamos era venir a disfrutar y competir. Les he dicho a los chicos tener tensión de jugar, con el corazón caliente y la cabeza fría porque habría un momento de dificultad en el partido. El abrazo con mis ayudantes era por su gran trabajo, el premio va también para ellos", añadió.

Después, ante la pregunta de la buena entrada en Pisuerga, reconoció que "este ambiente en una final de Copa es bueno para el baloncesto español. Que haya partidos disputados, afición y que llenemos campos siempre es importante".