Opinión- 100 años de Miguel Delibes

Jorge Urdiales
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"La pandemia va a acabar con muchas cosas, pero los libros de un escritor que acertó a pintar Castilla volverán a dar vida a aquella realidad"

Opinión- 100 años de Miguel Delibes

17 de octubre de 1920, Valladolid. Acaba de nacer Miguel Delibes en el nº 12 de la calle de Recoletos, esquina con la calle de Colmenares, al lado y frente al Campo Grande, parque-campo de una ciudad que tiene alma de campo y, también, cuerpo y modos de ciudad. Valladolid es, entonces, un pueblo grande, de casi 75.000 habitantes, con aires de ciudad en crecimiento.

… Y ya han pasado 100 años. Hoy, Castilla sigue hablando. La Castilla de Miguel Delibes, que es aquella que transcurre entre 1920 y 2010, tan distintas la una de la otra, permanece en este año de su centenario. Cierto es que hay menos caza, que casi todo el campo está acotado, que el cangrejo español que pescó el joven Delibes dio paso al americano que se negó a pescar, que los pueblos se siguen despoblando más y más, que ahora a los centros comerciales los nombran en inglés (Río Shopping), que casi no queda gente con principios como los que tenía al escritor, tan firmes… pero de la Castilla de Delibes nos queda, para empezar, el propio Delibes, que no es cualquier cosa. Y nos queda algo de caza y se sigue pegando la hebra en los bares y plazas de los pueblos. Y, si nos empeñamos, no tiene por qué perderse su lenguaje rural: teso, rebullirse, sirga, chozo…

Larga es la sombra de Delibes por la Castilla de 2020 y por eso acabo de publicar un libro que se llama: Castilla sigue hablando. 100 años de Miguel Delibes (Ediciones Cinca). En él entrevisto a personajes de carne y hueso que aparecen en sus obras (Alfredo Rodríguez (Castilla habla), Paulino (Mis amigas las truchas)…), a compañeros de caza y de Guerra Civil, a la familia, a gente que hoy en 2020 tiene mucho que decir sobre la Castilla actual y sobre el escritor.

Castilla sigue hablando en este centenario de uno de sus mejores escritores. Nos dejó su obra. Nos queda su obra. La pandemia va a acabar con muchas cosas, pero los libros de un escritor que acertó a pintar Castilla volverán a dar vida a aquella realidad. Solo falta que los volvamos a abrir y echarán a andar de nuevo Daniel el Mochuelo, el Azarías, los hermanos Hernando Hernando o Lorenzo, el de los tres diarios. Porque, como nos dejó dicho Delibes «yo no he sido tanto yo como los personajes que representé en este carnaval literario. Ellos son pues, en buena parte, mi biografía».