La empresa Grupo Norte se ha visto obligada a acometer una reducción de plantilla en las últimas semanas. No se trata de una consecuencia directa de la crisis de la covid-19, sino de la paulatina pérdida de clientes y bajada de la facturación en los dos últimos años. Así, la compañía propuso un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de carácter extintivo para 36 trabajadores de estructura, de los 160 que tenía en plantilla. La medida se presentó a principios de junio como paso previo a un proceso de negociación con los sindicatos que acabó con un acuerdo para reducir el número de afectados a 27, si bien al final solo se ejecutaron 26 de los despidos, con unas condiciones mejoradas respecto a lo que se había planteado en un principio. Un tercio de ellos es de Valladolid y el resto, de otras comunidades. Fuentes sindicales señalan que la medida que tomó la empresa estaba «bastante acreditada» por la pérdida de clientes y facturación, por eso se llegó al acuerdo.
Las salidas se produjeron entre el 1 y el 2 de julio. Casi todos eran empleados de la Agrupación Empresarial de Servicios (AES), en la que están integrados los empleados que dan soporte a las empresas de servicio del Grupo. Es decir, los que gestionan la contabilidad, las nóminas, la prevención de riesgos y otros aspectos generales.
Fuentes de la compañía reconocen que las salidas se han producido por una «contracción de los márgenes en 2018 y 2019 que afecta a la facturación del Grupo», si bien puntualizan que esto no afectará a los servicios que actualmente presta. «Es una reestructuración interna para garantizar la eficiencia de la compañía en el futuro», añaden. La progresiva implantación de nuevas tecnologías «más eficientes» también han influido en la reducción de plantilla, aunque en menor medida.
Todos estos empleados trabajaban en la sede que la compañía tenía en régimen de alquiler en la calle Ducado, unas instalaciones de las que también se ha prescindido dentro del plan de reestructuración. Así, la plantilla de la Agrupación Empresarial de Servicios ha regresado a las oficinas del edificio Madrid, en el número 90 del paseo del Arco de Ladrillo, que son propiedad de la compañía. El traslado se hizo efectivo hace menos de dos meses como parte de la política de reducción de costes.