Borja Maestre estará hoy, en el Teatro Circo Price de Madrid. Aunque lo suyo es estar encima de las tablas, el de Castronuño se sentará esta vez en las butacas. Compartirá asiento con su madre, Josefina, y con José Coronado, Carlos Hipólito, Javier Rey, Penélope Cruz, Adriana Ozores, Yolanda Ramos... como todos ellos, Maestre está nominado en los Premios Unión de Actores y Actrices 2019. En su caso, como ‘Mejor actor de reparto’ en la categoría de televisión por su papel de Manuel Ortiz en la serie ‘Amar es para siempre’.
«Estar nominado es un premio en sí mismo. Porque las nominaciones vienen por las votaciones de otros actores y compañeros. O sea que ya es una maravilla estar ahí», señala el vallisoletano, que pugna por el galardón con Jesús Castejón, por su papel de inspector Damián Castillo en ‘Vis a Vis’; y con Julián Villagrán, por Floren en ‘Arde Madrid’. «A Julián le admiro profundamente y la trayectoria de Jesús es súper amplia. Los dos tienen una trayectoria y una visibilidad mucho más amplia que yo», relata el de Castronuño sobre sus opciones de recibir el Premio en la Gala de este lunes.
Él ya sabe lo que es ser premiado. Aunque de manera global. Con ‘Criatura’ y con ‘Cuando deje de llover’ en los Max. Ambas en teatro, en la disciplina que más se ha desenvuelto, aunque también ha hecho cine y televisión, en la que precisamente está ahora nominado.
«Manuel Ortiz es un obrero de la construcción que tiene un accidente por una negligencia laboral, en el que muere su cuñado y tras el que él queda en silla de ruedas», recuerda Maestre sobre el papel en ‘Amar es para siempre’. «Fueron unos 15 capítulos, con un arco de muchas emociones, ya que trata su relación con su pareja (María Castro), cómo acepta un soborno, cómo se refugia en el alcohol y acaba quitándose la vida», añade alabando el trabajo del equipo de la serie y del coach de la misma, además de a la actriz María Castro: «Fue un lujo trabajar con ella». Lo curioso es que él hizo el casting para otro personaje y al final fue elegido para éste.
Borja Maestre no es un novato de las artes. A sus 37 años sabe de sobre lo que es. Aunque nunca olvida sus orígenes. Sus comienzos en las obras de las fiestas de Castronuño con los jubilados de su pueblo; el apoyo del profesor de Lengua Joaquín Martín; su paso por el Grupo de Teatro de Tordesillas o por la compañía Telón de Azúcar, más la formación en la Escuela de Juan Carlos Corazza. «¿Mi primera obra? Quizá al salir de la escuela, con María Isbert, ‘Los hijos de las nubes’», echa la vista atrás dejando claro que lo suyo es «vocacional cien por cien».
Ahora está con ‘Pijamas’ en los Teatros Luchana de Madrid, «aprendiendo a ser más cómico»; y prepara ‘Las cosas que sé que son verdad’ para noviembre en los Teatros del Canal. Mientras... este lunes se sentará en el Teatro Circo Price... como nominado.