El mercado negro de los antígenos

M.P.
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«Puedo llevarme un paquete entero, pero una prueba individual no, porque no está regulado». Los jóvenes vallisoletanos se las ingenian para hacerse con estas pruebas para salir o viajar «con tranquilidad» antes de que sean aprobadas por Sanidad

Un test de antígenos obtenido en farmacia mediante receta - Foto: Oscar Solorzano

A unos días de que Sanidad habilite la compra de test de antígenos en farmacias sin prescripción médica, hay quienes se las han ingeniado para hacerse con la prueba para el autodiagnóstico, sin autorización ni receta de un médico, en las propias farmacias de Valladolid.

Este modus operandi, que sirve para salir una noche «con tranquilidad» o ir de vacaciones, permite a los jóvenes vallisoletanos cerrar esos planes tan ansiados de verano sin que nadie ‘de arriba’ esté rastreando: «Como me voy de viaje quiero saber cuando soy negativo», explicaba Pedro (nombre ficticio), un joven que compró un paquete de pruebas autodiagnósticas.

Una manera, a espaldas de las autoridades sanitarias, que, según cuenta este joven, permite autoconfinarse pero sin tener que constar en las listas de incidencia de la pandemia. Un mercado oculto que han utilizado para salir o al volver de fiesta: «Así sabes si traes el bicho a casa o lo dejas por el camino».

Durante los últimos meses, la compra online de test de antígenos se ha llevado a cabo con normalidad, con precios que varían según el laboratorio que los haya desarrollado. Cualquier persona con un ordenador o un móvil y una tarjeta de crédito puede acceder a ellas, pese a que las autoridades sanitarias sigan incidiendo en su escasa fiabilidad y todavía recomienden hacerlas mediante los canales autorizados.

En los últimos días, esta actividad de venta de pruebas se ha trasladado también a algunas farmacias de Valladolid. «Me costó encontrarlos, a la octava o así, pasé por la que está cerca de mi casa y los vendían», cuenta Juan (nombre ficticio), otro de los jóvenes que se ha hecho con ellas. «Si tengo síntomas llamo al médico, pero sin notar nada raro, prefiero quedarme en casa por mi cuenta», decía a este periódico. 

Ajenos a la venta. «No tenemos constancia, no se ha producido ninguna queja al respecto», aseguran fuentes del Colegio de Farmacéuticos, organización que afirma estar ajena a este ‘mercado negro’ del test de antígenos, al tiempo que recordaban que «todavía no está permitida la venta en farmacias, por lo que conllevaría una advertencia seria del Colegio y comunicarlo a la Consejería de Sanidad».

La venta ilícita de test, contaba uno de estos jóvenes, les da posibilidad a los asintomáticos de conocer su estado y realizar la cuarentena en caso de que fuera necesario, con el fin de no tener que prorrogar la fecha de vacunación por el contagio, según lo que indican las autoridades sanitarias: «Para que a todos los que habían pasado ya la infección y a los que la tenían por primera vez, no tuvieran que esperar casi tres meses mas para optar a la vacuna».

Para hacerse con los test y sortear así la receta del médico, los establecimientos no venden pruebas individuales, pero sí un paquete entero, con cinco test, por 50 euros: «No podían venderlos de manera individual porque aún no está regulado, pero si quiero puedo llevarme un paquete entero», decía Juan, que visitó una farmacia que vendía las pruebas autodiagnósticas. 

Esta venta ilícita de test se adelanta al Real Decreto que el martes hará oficial la posibilidad, de comprar los test de antígenos para el autodiagnóstico sin receta médica.

Sanidad impulsa esta medidacon el fin de aliviar la presión asistencial en los centros de salud y conocer todos los positivos sospechosos, «aumentar la capacidad diagnóstica del sistema nacional de salud, con objeto de identificar de forma rápida sospechas de casos positivos, ayudará a controlar eficazmente la progresión de la pandemia y, por lo tanto, a la disminución de las restricciones de movilidad y a la reanudación de las actividades normales», explicaba el Ministerio de Sanidad. 

El vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, ha apoyado la aprobación de este decreto para la venta de estos test y ha sostenido que contribuirá a controlar la covid. Según el portavoz, también pretende aliviar la presión de los sanitarios en los cribados y en la realización de test masiva, que se encuentra en una situación «muy compleja» y aliviar los centros de Atención Primaria que absorben «una enorme carga de trabajo».

Sin poder esperar a esta medida, ha comenzado un comercio ‘oculto’ para hacerse con estos test durante las semanas de inicio de verano, con el inicio de fiestas y viajes de fin de curso, siendo los jóvenes los principales compradores del producto, muy relacionado con la expansión de esta quinta ola del virus que se está cebando la población menor de 30 años, que después del aumento de contagios busca una manera de evitar al virus o por lo menos detectarlo de la manera mas rápida posible y evitar tener que pasar por administraciones y centros de salud, tal como defienden estos jóvenes.

La ley del más listo se ha impuesto a pocos días de que se apruebe el decreto sobre los test de antígenos y para tenerlo antes que nadie muchas veces, y en estas ocasiones; hecha la ley, hecha la trampa.