Renault pierde 130 empleos en dos meses en Valladolid

Óscar Fraile
-

La empresa suprime un turno de noche en una línea de Motores y no renovará a 80 eventuales, que se suman a los 50 puestos desaparecidos vinculados al medio turno eliminado en Palencia

Renault pierde 130 empleos en dos meses en Valladolid - Foto: MiriamChacoN

Renault ha comenzado el año de forma muy similar a como finalizó el anterior, con la eliminación de turnos de trabajo. Si a principios de diciembre se perdieron 50 empleos en Valladolid en las líneas concatenadas que trabajaban para Palencia, ya que en la fábrica de Villamuriel de Cerrato se suprimió el medio turno de noche, la Dirección ha confirmado esta semana a los sindicatos que a partir del 10 de febrero hará lo propio con el turno de noche de la línea que fabrica el motor de gasolina MM84.

Las necesidades de ajustarse a la demanda del mercado han precipitado una decisión que afectará a 80 trabajadores eventuales cuyo contrato no será renovado. A los indefinidos se les colocará en otras líneas.

Una decisión firme tras las finalización del periodo de consultas que ha suscitado las críticas de Trabajadores Unidos, el sindicato que dio a conocer esta medida en un comunicado. Su coordinadora general, Miryam Largo, criticó que «siempre sean los trabajadores los que se vean afectados cuando la empresa no hace bien los deberes a pesar de los estudios de mercado a su alcance».

El sindicato señaló que durante el periodo de consultas se plantearon a la empresa alternativas para evitar la supresión del turno, pero fueron «obviadas». Por ejemplo, reducciones de jornada de lunes a jueves para que los empleados se vean menos afectados económicamente y la compañía pueda ajustar la producción a la demanda. Además, los representantes de los trabajadores criticaron que se tomen estas medidas pese a las prolongaciones de jornada que se han hecho en otras áreas y la realización de horas extras. Una «incoherencia», según Trabajadores Unidos.

Estas pérdidas de empleo se producen en un periodo de incertidumbre que afecta a todo el sector de la automoción, que debe afrontar retos como el cambio de movilidad y la crisis del diésel. Bien es cierto que Renault ha puesto en marcha proyectos en los últimos años que también invitan al optimismo, como la planta de inyección de aluminio, que inauguró en octubre de 2018 y, a menor escala, una nueva línea de pintado de parachoques, cuya autorización ambiental fue recurrida por Ecologistas en Acción. No obstante, este recurso no ha evitado que la Junta de Castilla y León dé su visto bueno a esta ampliación de la actividad.

Esta incertidumbre marcará el último año del Plan Industrial que la empresa programó para el periodo 2017-2020. De hecho, los responsables de la compañía llevan meses trabajando desde París en un nuevo plan, tal y como confirmó el pasado mes de septiembre el presidente de Renault España, José Vicente de los Mozos.

Una nueva hoja de ruta que estará condicionada a las medidas legislativas que ponga en marcha en nuevo Gobierno en materia medioambiental, y también a las directrices que dicte Bruselas. De los Mozos incidió hace menos de dos meses que la transición a la ‘electromovilidad’ no debería poner en riesgo los puestos de trabajo de la industria del automóvil en España, que es, según él, «una de las más punteras» en Europa.