Valladolid volvió a cerrar el año con un descenso del desempleo y un aumento de la creación de empleo, algo que viene siendo habitual desde el cambio de ciclo económico que se inició en 2013. Además, en 2019 lo hizo pese a la amenaza de desaceleración económica, a la importante destrucción de empleo en la industria y siguiendo la tendencia contraria a Castilla yLeón, donde el número de desempleados subió de 125.100 a 126.600 entre el último trimestre de 2018 y el mismo periodo de 2019.
La Encuesta de Población Activa (EPA) publicada esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que la provincia cerró el ejercicio pasado con 23.900 desempleados, 2.300 menos que un año antes. De este modo, Valladolid se coloca con el menor número de parados desde que se iniciara la crisis económica. Concretamente, desde el tercer trimestre de 2008.
Una evolución que también se ha reflejado en la tasa de desempleo, que se ha situado en el 9,37 por ciento, la más baja desde finales de 2008. De este modo, Valladolid se sitúa como la novena provincia del país con mejor tasa, solo por detrás de Soria (7,23 por ciento), Álava (7,31), Guipúzcoa (7,53), Navarra (9,01), Teruel (9,04), Lleida (9,31), Burgos (9,34) y Palencia (9,35).
Por otro lado, 2019 se cerró con 6.800 personas ocupadas más que en el tercer trimestre del año y con 2.400 más que a finales de 2018. Así, las 231.600 personas que actualmente están ocupadas suponen la cifra más alta de la última década.
Eso sí, estas buenas cifras no son generalizadas en todos los sectores. La creación de empleo en la construcción y en los servicios sirvió para contrarrestar la importante bajada de la industria en el último año, así como la de la agricultura. El sector del ladrillo parece haber retomado de nuevo el pulso después de unos años, los de la explosión de la burbuja inmobiliaria, en los que apenas tuvo actividad. Las reformas y, en menor medida, la obra nueva, han contribuido a que las empresas de la construcción vuelvan a contratar. De hecho, muchas de ellas tienen verdaderas dificultades para encontrar profesionales cualificados porque durante los últimos años pocas personas se han animado a formarse dentro de un sector que parecía estar en la UVI.
Según los datos de la EPA, a finales del año pasado había 15.700 personas ocupadas en el sector de la construcción, 4.600 más que un año antes. De forma similar se comportó el sector servicios, que acabó el año pasado con 168.700 ocupados, 5.500 más que a finales de 2018.
Estos incrementos sirvieron para aliviar la importante bajada en la industria, que perdió 5.100 ocupados para quedarse con 39.500. Esta bajada se produce en mitad de un periodo de incertidumbre para la automoción, uno de los principales motores económicos de Valladolid. Cabe recordar que, por ejemplo, Renault eliminó el medio turno de noche en las factorías de Valladolid y Palencia, lo que afectó a unos 500 trabajadores. El Iveco el empleo no se vio afectado, pero la fábrica de Valladolid está inmersa en la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo de 40 días hasta el 31 de marzo.
Actualmente hay en Valladolid 439.600 personas con 16 o más años, es decir, en edad legal de trabajar. De ellas, 255.500 conforman la población activa, una cifra que, a su vez, se divide en 231.600 ocupados y 23.900 parados. Por otro lado, hay 184.100 inactivos: 93.400 jubilados o pensionistas, 51.300 que se dedican a las labores del hogar, 24.600 estudiantes, 12.000 con incapacidad permanente y 2.900 en otras situaciones.