Sin foso, con tres nuevas filas de localidades para alcanzar las 26.451, con el césped 80 centímetros más abajo, con los banquillos integrados en la grada, con nuevo acceso desde el túnel de vestuarios, con nuevas barras de bar... el Real Valladolid estrenará este domingo estadio tras la primera fase de la reforma que ha acometido el club este verano con un desembolso de dos millones de euros.

Una reforma centrada principalmente en la eliminación del foso, del último que existía en un estadio de un club profesional.Eso ha permitido la creación de tres nuevas filas de localidades, que se conocen ya como Grada Foso, con asientos más confortables y abatibles, y que permitirán ver el fútbol más cerca. «Las vallas no taparán la visibilidad, que es uno de los temores; y a los aficionados les hemos ido explicando qué tipo de butaca, confort... el proceso está siendo fluido, aunque esperamos incrementar el número de abonados en esa zona», señalaba este jueves sobre esta nueva Grada el director del Gabinete de Presidencia, David Espinar.

Él mismo se encargó de relatar algunas de las novedades que no se podrán ver: «Hay otros detalles menos visuales que también afectan a la competitividad del equipo. Se ha mejorado el vestuario y también el del visitante; se ha reformado el gimnasio del primer equipo y se ha creado otro para las categorías inferiores…». Y las que sí: «Se han reformado los palcos Vips, la zona de la afición visitante se ha movido de sitio, se están realizando las obras de protección tanto de esa afición como de la afición del Real Valladolid que rodea ese área...».

Además, los baños, aunque no se han podido cambiar, se han mejorado y se han arreglado: «Esperemos que sean mucho más confortables y decentes de lo que fueron el año pasado».

más reformas. David Espinar confirmó también que habrá una segunda fase de reforma en el estadio José Zorrilla aunque con un matiz: «No nos marcamos plazos».