Renault pierde más de 50.000 coches por falta de microchips

Óscar Fraile
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La escasez de suministros obliga a parar el turno de noche de Montaje durante el mes de septiembre

Varios empleados trabajan en una línea de montaje de Renault. - Foto: Ical

Lejos de solucionarse, la crisis generada en la automoción por la falta de semiconductores parece no tener fin a corto plazo. Un problema que sigue golpeando a los grandes fabricantes, obligados a parar sus instalaciones, recurrir a expedientes de regulación temporal de empleo y dejar de fabricar miles de vehículos. El más claro ejemplo en Valladolid sigue siendo Renault. Las plantas de Carrocería y Montaje. El jueves no trabajaron los turnos de tarde y de noche y el viernes se añadió a esas paradas el de noche, que no arrancará durante todo el mes de septiembre ante la falta de previsión de suministros. En lo que se refiere a la fábrica de Motores, la empresa confirmó a los sindicatos que no hay previsión de ampliar el ERTE a corto plazo, aunque sí que se recurrirá a la bolsa de horas para algún ajuste puntual de la demanda. En Palencia no está previsto parar en todo el mes de septiembre.

Fuentes de UGT aseguran que por el momento la plantilla de Montaje ha tenido que regular unos 25 días que se suman a otros tantos que se ha parado con cargo a la bolsa de horas. Si se tiene en cuenta que en los turnos de mañana y de tarde la producción es de 440 vehículos y en el medio turno de noche, de 200, los vehículos que se han dejado de hacer en estas paradas superan los 50.000.

Una situación que afecta prácticamente a todas las empresas auxiliares que dependen del gigante galo. La planta vallisoletana de Grupo Antolín se ha librado del ERTE que afecta a otras fábricas del Grupo, aunque fuentes sindicales señalan que se ha reducido el volumen de empleados temporales.

En Motherson Group, situada en Medina de Rioseco, donde se dedican a la inyección de piezas de plástico y montaje para dos clientes, Renault en Valladolid y Volkswagen en Pamplona, han empezado a negociar esta semana una ampliación de 65 días más para el ERTE que tienen en vigor, con un plazo de ejecución hasta el 31 de diciembre. De este modo, las paradas previstas ya ascienden a 155 jornadas.

Otro ejemplo es el de Grupo Sesé, donde a partir de este lunes prescindirán de 18 empleados llegados de una empresa de trabajo temporal.

Desde UGT-FICA señalan que, «ante este panorama desolador», es necesario un plan industrial estatal para el sector  que contemple medidas para consolidar los centros de trabajo y el empleo. El sindicato incide que la crisis de los semiconductores se une a la transformación digital del sector hacia el vehículo eléctrico y una «mayor robotización, digitalización y un cambio conceptual de movilidad». Un cambio de panorama que sume en la incertidumbre a un sector «que genera una gran cantidad de empleo y riqueza en Valladolid».

Por su parte, desde CCOO muestran su preocupación por el impacto en el empleo que pueden llegar a tener todas las paradas programadas y piden a la empresa que, en la medida de lo posible, se hagan con cargo a la bolsa de horas.