Un PSOE unido en busca de la Diputación de Valladolid

R.G.R. / M.R.I.
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Óscar Puente se convertirá este domingo en secretario provincial de los socialistas, con Francisco Ferreira como secretario de Organización y el reto de hacer listas en los pueblos más pequeños y recuperar bastiones como Medina, Zaratán y Tordesillas

Óscar Puente, en la presentación de su candidatura con exsecretarios.

El PSOE de Valladolid se vestirá de gala este domingo para elegir al alcalde, Óscar Puente, como nuevo secretario general. Con la presencia del ministro de la Presencia, Félix Bolaños, el regidor vallisoletano dará un paso al frente para liderar un partido que llega unido a poco más de un año vista de las elecciones municipales de mayo de 2023. 

Varias fueron las versiones en los mentideros políticos que buscaban los motivos que empujan ahora a Puente a ocupar el cargo de mayor responsabilidad del PSOE en Valladolid. Mientras que unos pocos hablaban de relaciones enturbiadas con Ferraz, que llevaban al alcalde a 'protegerse' ostentando el control del partido en Valladolid, la mayoría daba por hecho que había llegado su momento. 

La figura del alcalde de Valladolid ha ido sumando peso orgánico desde su llegada a la Casa Consistorial y eran muchas las voces que clamaban que después de seis años de gobierno es su turno. Es decir, que debía dejar de dirigir el partido desde la sombra para encabezar el proyecto socialista en Valladolid. 

El peso de Puente dentro del partido ha sido innegable desde los últimos años. Como portavoz federal, Teresa López no tuvo más remedio que dejar la Secretaría provincial casi por orden de Puente tras el 'famoso' encontronazo en el Comité Provincial de Pajarillos, y el todavía secretario general en Valladolid Manuel Escarda ocupó el cargo por deseo del regidor. Un control absoluto del partido que ahora se materializa. 

Lo que está claro es que Puente cogerá las riendas de un partido unido. La división que históricamente ha perseguido a los socialistas en Valladolid ha quedado atrás y las principales puntas de lanzas críticas contra el regidor prácticamente no existen. Juan José Zancada, hace años enemigo acérrimo del regidor, está completamente desvinculado de la formación y Cecilio Vadillo es el único que todavía mantiene abierta la herida que sangra a través de la Plataforma a favor del Soterramiento, un movimiento que pueda dejar coletazos políticos de cara a las elecciones de 2023. 

Los nombres de la Ejecutiva son una incógnita todavía, aunque es conocido que Puente se apoyará en el portavoz del Grupo Provincial Socialista en la Diputación, Francisco Ferreira, como su secretario de Organización. Será su hombre fuerte en el partido. Suenan otros muchos nombres, aunque lo hace especialmente el de Luis Javier González, alcalde de Tudela de Duero, y también la procuradora socialista Patricia Gómez Urbán. 

Sobre el año largo que queda de mandato hasta las elecciones municipales, se podría decir que Puente y Ferreira tienen un papel complicado por delante. Si bien es cierto que la situación en la capital es algo más dulce, con el Partido Popular aún sin candidato y con luchas internas entre la dirección provincial y algunos concejales de Valladolid, y con Toma la Palabra también en busca de un nuevo líder después de que Manuel Saravia haya anunciado que no repetirá, no lo es menos que la provincia es y será un duro hueso de roer para Puente. 

Como secretario general y de Organización, Puente y Ferreira, están en la obligación de buscar candidatos en todos los pueblos, algo que el PSOE no ha conseguido en los últimos comicios. Limitar la presencia de los denominados 'cuneros' será prácticamente una misión imposible. Desde el partido se es consciente de la dificultad de aumentar concejales en el medio rural vallisoletano ante la presencia masiva del PP.

Puente tiene claro que debe volcarse en la capital y el alfoz e intentar recuperar algunas cabeceras de comarca como Medina del Campo y Tordesillas. Una meta muy complicada teniendo en cuenta que los regidores de ambos municipios, del PP, están muy bien posicionados. Los populares ostentan casi 160 alcaldías y cambiar esta situación será una tarea arduo complicada. Por lo tanto, los resultados electorales de la capital y el alfoz marcarán el éxito o el fracaso político de Puente al frente del partido. 

Diputación, gran objetivo. Óscar Puente ya lo ha dicho en varias ocasiones. Recuperar la Diputación, gobernada durante décadas por el PP, es el gran objetivo. La ponencia marco, en el punto séptimo de su introducción ya recoge: «Conseguir gobernar esta institución constituye nuestro gran objetivo de cara a las elecciones de 2023». Los socialistas afirman que deben replantearse el papel de las diputaciones. «Modernización, objetivación y democratización debe constituir la base de ese análisis sobre su funcionamiento». En el caso de la institución provincial de Valladolid, la ponencia marco recoge que «sufre una profunda decadencia» y que «carece de un proyecto para la provincia».  

El objetivo de recuperar la Diputación se presenta muy complicado. Difícil, por no decir imposible, que el PSOE sume más de un diputado en el Partido Judicial de Medina de Rioseco (donde se escogen tres y dos casi tiene asegurados el PP). En el caso de la zona de Medina del Campo, será el resultado de la Villa de las Ferias el que marque en gran medida que el PSOE pueda sumar alguno más de los tres diputados con los que cuenta en la actualidad. El regidor popular Guzmán Gómez está en su primer mandato y todo indica que puede revalidar la Alcaldía. 

Así, todo dependerá de lo que ocurra en el Partido Judicial de Valladolid. El PSOE cuenta con seis diputados en esta zona y Puente necesitaría aumentar de forma considerable su resultado en la capital para incrementar su número de representantes en la institución provincial para alcanzar al menos dos o tres más y lograr una mayoría.