Contra la vejez, mochila y manta

Óscar Fraile
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Kandy, la 'abuelita mochilera', cambió de vida después de jubilarse y comenzó a viajar sola por todo el mundo. Nació en Íscar hace 84 años, ha visitado unos 80 países, casi siempre se aloja en campamentos juveniles y come en puestos callejeros

Contra la vejez, mochila y manta

De las millones de frases motivadoras que circulan por Internet, hay dos que brillan en el muro de Facebook de Kandy: ‘ Me voy a ser feliz, no sé cuándo volveré’ y ‘Viaja, el dinero recupera; el tiempo, no’. Y puede que las dos resuman a la perfección sus dos últimas décadas de vida.

Esta abogada nació hace casi 84 años en Íscar, aunque la mayor parte de su carrera profesional la desarrolló en Motril (Granada). «Viví en Íscar mi niñez, mi adolescencia y un poco de mi juventud y para mí era el pueblo donde más se disfrutaba», señala. Recuerda con especial cariño los encierros.

Cuando Kandy colgó la toga, a los 66 años, decidió cambiar radicalmente de vida y cumplir con ese sueño que, no se sabe muy bien por qué, todo el mundo va aplazando. Se cortó el pelo, se compró una mochila y se fue a dar la vuelta al mundo. Sola, por elección. La experiencia se prolongó durante nueve meses. Al volver, lejos de darse por satisfecha, entendió que había encontrado su verdadera vocación. Así nació la ‘abuelita mochilera’, un apodo con el que arrasa en Internet.

Contra la vejez, mochila y mantaContra la vejez, mochila y mantaKandy tiene 84 años y en este periodo ha recorrido unos 80 países. «Nunca los he contado, pero mi preferido es la India, aunque no sabría decir por qué... puede que por la bondad de sus gentes, por haberme enseñado que el tener mucho no te hace más feliz y por ser el país en el que más compartí vivencias con familias que me ofrecían su casa sin pedirme nada a cambio», asegura. En la India también aprendió a vivir «el aquí y el ahora». Entre los países que menos la sedujeron está China, «porque en la mitad de los sitios solo hablan chino y nada de inglés».

Su colección de fotos abarca imágenes dignas del mismísimo Phileas Fogg. India, Dubai, Perú, Vietnam y multitud de destinos más. El cambio de vida que dio hace 18 años también afectó a lo material. Por entonces se dio cuenta de que tenía mucho más de lo que necesitaba, y por eso ahora se conforma con lo básico. Nada de grandes hoteles ni restaurantes de lujo. «Me he alojado siempre en hostelling, que es a lo que en España llamamos campamentos juveniles, y jamás he ido con visitas guiadas... yo soy mi propia guía», dice. Además, siempre que puede, come en puestos callejeros para gastar lo menos posible. ¿Es la economía un impedimento para llevar este tipo de vida? «Ese es el error que cometen los que se ponen un freno para no salir de su zona de confort, entiendo que no mucha gente puede permitirse viajar diez días con una agencia de viajes, pero hacerlo como lo hago yo...». Y pone un ejemplo. En los países asiáticos, que son los que más frecuenta, «se puede comer y dormir por diez euros diarios».

El miedo es otro factor que frena a los que tienen este sueño, sobre todo a las chicas jóvenes. «Cuando yo empecé a hacerlo tenía muchos años, pero puedo decir que el ser mujer madurita e ir sola solo ha supuesto ventajas porque la gente me trata muy bien», explica. Ahora ella hace de guía para los que quieren acompañarla, y así su familia está más serena: «Mi hijo me recuerda que tengo muchos años y se queda más tranquilo si voy acompañada».

Contra la vejez, mochila y manta
Contra la vejez, mochila y manta
Kandy responde a estas preguntas desde casa, porque hace unas semanas que fue operada de cataratas. Pero ya está recuperada y pronto volverá a coger la mochila. En septiembre irá al sur de la India; en octubre, a Sri Lanka; en noviembre, a Malasia; y en diciembre, a Birmania. La rueda no para: «Más vale cansarse que oxidarse sentada en un sillón frente al televisor».