Hay momentos en los que está justificado ponerse la gorra del vallisoletanismo. Es un recurso excepcional, para ocasiones únicas, como la vivida esta semana cuando se ha confirmado la inversión millonaria de una empresa británica, filial de un gigante indio de la automoción, que promete crear hasta 7.000 empleos, 2.000 de ellos directos.
Un proyecto que llega en plena crisis del sector de la automoción, agudizada por los efectos de la pandemia, y que abre las puertas a una empresa de futuro por su apuesta por la movilidad sostenible y las energías limpias.
Pero resulta curioso que haya tenido que llegar un firma foránea, con un proyecto de movilidad eléctrica para el transporte público y comercial, junto con el compromiso de emisiones cero de carbono, para evidenciar que la economía verde es viable y genera empleo. De hecho, si se cumplen las previsiones, y se contrata personal local, el desempleo se reduciría en Valladolid un tercio. Un discurso muy alejado de algunas voces catastrofistas, que vinculaban estas políticas, que desincentivan los vehículos de combustión y apuestan por el transporte público, con la destrucción de empleo y un ataque directo a las empresas automovilísticas instaladas en la región
De hecho, la empresa justifica que su elección, en parte, se debe a esos cambios legislativos y los incentivos de los gobiernos para avanzar en la descarbonización y la movilidad sostenible. Las previsiones apuntan a un incremento exponencial del mercado eléctrico a partir de 2025. Y llegan a Valladolid para empezar a trabajar ya el próximo año, y en tres alcanzar un pico de fabricación de 50.000 vehículos al año. Para eso confían en el talento local y la experiencia en el sector, pero apuntan que lo que se primará serán los perfiles de mente abierta y creativa.
Una filosofía empresarial que llega en plena apuesta de la capital por el cambio en los hábitos de movilidad. De hecho, la capital fue la primera de España en tener la primera línea de autobuses cien por cien electrificada. Y ahora Switch Mobolity aspira a fabricar los del resto de las líneas, pero también las flotas comerciales de las empresas. Ellos lanzan un órdago, que ahora debemos seguir el resto para que las sinergias conviertan a Valladolid en un punto clave de la nueva movilidad. Hoy el futuro se ve mejor que ayer, pero queda camino por recorrer y no se deben cometer errores.