Los cines de Zaratán cierran definitivamente

Óscar Fraile
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El fin de la actividad se producirá después de este fin de semana y deja sin empleo a 22 trabajadores

Acceso a las salas de cine de Zaratán. - Foto: J. Tajes

La crisis económica generada por el coronavirus se ha cobrado otra víctima dentro del sector cultural. Las salas de cine Cinesa de Zaratán proyectarán este fin de semana sus últimas películas, ya que la Dirección del centro ha comunicado a los trabajadores el cierre definitivo. Los esfuerzos de la compañía por adaptarse a esta difícil situación no han podido contrarrestar la bajada de espectadores, la generalización del uso de las plataformas audiovisuales y el cierre o traslado de importantes negocios de Equinoccio a otras zonas comerciales. Es el caso de Media Markt, Leroy Merlin y Sprinter. Estas decisiones dejaron al centro comercial de Zaratán en una delicada situación, que ahora se tornará aún más compleja con el cierre de los cines, el negocio que más público atraía a estas instalaciones, sobre todo los fines de semana.

Cinesa ha tenido que capear el temporal de la crisis no sin dificultades. Las salas tuvieron que estar medio año cerradas por la pandemia, y no volvieron a abrir hasta el pasado 9 de octubre (aunque otras de la misma cadena en el resto del país lo hicieron el 8 de junio). Desde esa fecha solo estaban habilitadas nueve de las 18 salas y el cine funcionaba con estrictas medidas de seguridad para prevenir los contagios. Por ejemplo, escalonar la proyección de películas para evitar aglomeraciones, dejar asientos vacíos entre los espectadores, obligar al uso de la mascarilla y extremar las medidas de higiene. Pero todo hace indicar que no ha sido suficiente para mantener un nivel de actividad que mantenga vivo el negocio. El cierre dejará a 22 personas sin empleo mediante un despido colectivo.

otro cine que cae. El cierre de los cines de Zaratán supone otro golpe al sector cultural de la ciudad, el mismo que se vivió en 2014 con la clausura del Roxy para convertirse en un casino. Se da la circunstancia de que ese cierre también se produjo durante los primeros días del año. Concretamente, el 8 de enero. Dos años antes hizo lo propio el cine Mantería, cuya fachada sigue casi intacta con la calle homónima. El empresario Enrique Cerezo tomó esta decisión en lugar de afrontar el coste de la reforma que necesitaba el local para adaptarse a la normativa. Además, desde marzo, coincidiendo con el fallecimiento de su propietario, los cines Casablanca tampoco tienen actividad.