El envejecimiento de la plantilla de la Universidad de Valladolid (UVa) es un problema que trae de cabeza a la institución académica. Las restricciones impuestas en los últimos años por la tasa de reposición de personal han hecho que el personal que se ha jubilado no haya sido reemplazado por otro más joven. Es algo que ya denunció el anterior rector de la UVa, Daniel Miguel. De hecho, una parte de su discurso de apertura del curso 2016-17 versó sobre esta materia.
Lo cierto es que las cifras avalan esta preocupación. Según los datos del Ministerio de Educación, el 58,3 por ciento del personal docente e investigador de la UVa tiene más de 50 años. Es el séptimo porcentaje más alto entre las 47 universidades públicas que aparecen en las estadísticas, y contrasta con el 49 por ciento de la media nacional. Solo hay seis universidades públicas con una plantilla más envejecida que la de la UVa: La Laguna, en Tenerife (71 por ciento con más de 50 años), Santiago de Compostela (67,8 por ciento), Las Palmas de Gran Canaria (63,6 por ciento), Politécnica de Madrid (63 por ciento), Complutense de Madrid (59 por ciento) y la de Salamanca (58,6 por ciento). En el otro extremo se sitúan las tres instituciones públicas con el menor porcentaje de profesores mayores de 50 años: la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (30,3 por ciento), la Rey Juan Carlos de Madrid (32,4 por ciento) y la Carlos III de Madrid (36,4 por ciento). Estos datos corresponden al curso 2017-18, últimos disponibles.
Si este problema era una de las principales preocupaciones del anterior rector de la UVa, también lo es del actual, Antonio Largo. Y así lo dejó patente en el discurso de apertura del actual curso académico, pronunciado el pasado 20 de septiembre. «Un aspecto que concita la preocupación de las universidades públicas es la debilidad de sus plantillas, necesitamos fortalecerlas para intentar remontar el descenso que nos han supuesto años duros de aplicación de tasas de reposición de efectivos muy restrictivas», dijo. A pesar de señalar que se estaban haciendo esfuerzos en este sentido, también incidió en que las «limitaciones presupuestarias» mermaban el margen de actuación, en un claro mensaje a la Junta de Castilla yLeón. Y lanzó otro guante: «Creemos imprescindible retomar el plan de rejuvenecimiento de profesorado ya negociado con la Consejería de Educación en la etapa anterior para que sea definitivamente impulsado».
Pues bien, fuentes de la Consejería de Educación confirmaron a este periódico que este trabajo ya está en marcha: «Se han retomado los trabajos iniciados a final del curso pasado de revisión y estudio de los programas de rejuvenecimiento presentados por las propias universidades públicas de Castilla y León». Eso sí, las mismas fuentes reconocen que «no se ha podido concretar más por la falta de presupuestos estatales».
Desde la Consejería añaden que «la situación del profesorado universitario es una prioridad en esta legislatura». Por eso se apostará por «coordinar los esfuerzos de retención y atracción de los investigadores» y se pretenden desarrollar «diferentes iniciativas que garanticen el dinamismo del sistema universitario de Castilla y León, permitan el relevo generacional e incrementen las capacidades en términos de docencia, producción científica y de internacionalización».
En lo que se refiere a las privadas, el porcentaje de mayores de 50 años es sensiblemente menor, un 30,9 por ciento. En la Universidad Europea Miguel de Cervantes es del 25,4 por ciento, según los datos del Ministerio.