Los pueblos del Padre Hoyos potenciarán su patrimonio

D.V.
-

La ruta comienza en su localidad de origen, Torrelobatón, donde se puede visitar su Casa Natal o la parroquia de Santa María, donde fue bautizado

Los pueblos de la Ruta del Padre Hoyos potencian su patrimon

Los municipios vallisoletanos que forman parte de la Ruta del Padre Hoyos --Alaejos, Medina del Campo, Villagarcía de Campos, Torrelobatón y Valladolid-- se han unido para potenciar esta iniciativa y promocionar a través de ella su patrimonio y sus recursos turísticos y religiosos.

Representantes de estos municipios y de la Asociación Padre Hoyos han dado a conocer este martes en el Palacio de Pimentel, sede de la Diputación de Valladolid, las novedades de esta ruta que a partir de ahora ofrecerá en exclusiva la provincia de Valladolid.

La diputada provincial de Empleo, Desarrollo Económico, Turismo y Participación, Nuria Duque, ha resaltado el "valor" que desde 2008 este peregrinaje aporta a los municipios que forman parte de la ruta.

Por su parte, el presidente de la Asociación Padre Hoyos, José María Gil, ha señalado el incremento de visitantes que se ha logrado en los últimos años, sobre todo procedentes de fuera de la provincia de Valladolid, para participar en una ruta que permite conocer "cómo se vivía en el siglo XVIII", época del beato.

La ruta comienza en su localidad de origen, Torrelobatón, donde se puede visitar su Casa Natal o la parroquia de Santa María, donde fue bautizado. La alcaldesa de este municipio, Natividad Casares, ha defendido el "nexo" que supone el Padre Hoyos para que estos municipios puedan difundir sus recursos turísticos, culturales y religiosos.

El recorrido continúa en Medina del Campo, a través de la parroquia de Santiago y del convento de las Madres Carmelitas. El Padre Hoyos vivió una década en la Villa de las Ferias, donde estudió en el colegio de San Pedro y San Pablo, centro educativo en el que años antes estuviera San Juan de la Cruz. Desde Medina se presentó en Madrid a lomos de un burro y en tan solo dos días, para sorpresa y admiración de todos, porque quería estudiar en el Colegio Imperial.

El siguiente municipio al que conduce la ruta es Alaejos, con un recinto urbano declarado Bien de Interés Cultural en el que los peregrinos podrán visitar las parroquias de Santa María y San Pedro. Bernardo y sus compañeros estuvieron en la localidad para curarse de la peste que asoló Medina en otoño de 1730, como ha recordado Gil, quien ha recordado aquel episodio para compararlo con la situación que se vive actualmente con el coronavirus.

La penúltima estación es en Villagarcía de Campos (con la Colegiata de San Luis, la parroquia de San Pedro y capilla del noviciado), municipio donde el joven Bernardo estudió y compartió con otros estudiantes la posada antes de decidirse a entrar en el noviciado para ser jesuita.

El concejal de Cultura de este municipio, Jesús de la Iglesia, ha subrayado la importancia del turismo religioso para unos municipios como el suyo afectados por la despoblación.

La ruta concluye en Valladolid y recorre los pasos de Bernardo en el Colegio de San Ambrosio (actual Centro de Espiritualidad, Santuario y Capilla de la Congregación), fachada de la residencia universitaria Colegio de la Santa Cruz, Palacio de Fabio Nelli, Convento de San Joaquín y Santa Ana, Convento de Madres Carmelitas de Santa Teresa y parroquia de San Miguel y San Julián.

A Valladolid llegó en septiembre de 1731 y en el antiguo colegio de San Ambrosio descubrió la devoción al Corazón de Jesús. Se ordenó sacerdote en el Palacio de Fabio Nelli y dijo su primera misa en San Miguel, donde vivió sus últimos meses, murió y fue enterrado.