El Fundación Aliados no está teniendo demasiada suerte esta temporada porque, cuando por fin cuenta en sus filas con el israelí Peleg Salzman (quien se ha incorporado al equipo vallisoletano a finales de la pasada semana), pierde a uno de sus principales referentes en la cancha, Adrián Pérez, quien será sometido a una intervención quirúrgica para extirparle la vesícula en las próximas horas.

Una ausencia tremendamente importante para el conjunto dirigido por José Antonio de Castro, y más en un desplazamiento tan complicado como el quue afronta este fin de semana , tanto por el viaje en sí, como por el rival, un Gran Canaria que ocupa la segunda posición de la División de Honor de Baloncesto en Silla de Ruedas y que está demostrando una gran fortaleza, lo que le va a permitir luchar por ambiciosos objetivos.

Salzman acaba de llegar y, por tanto, aún está lejos del estado de forma que precisa una categoría tan exigente, mientras que el otro fichaje del presente año, el canadiense Westley Johnston, continúa con su adaptación al conjunto morado, más lentamente de lo que se esperaba. A ello se le añade que jugadores de suma trascendencia para el Fundación Aliados, como Maxi Ruggeri, han bajado su rendimiento en los últimos partidos.

Por su parte, el BSR ACE Gran Canaria cuenta con el holandés Twigt y los americanos Jorge Salazar y Rose Marie Hollerman, que están jugando a un altísimo nivel, lo que les convierte en los pilares indiscutibles del cuadro insular, junto al sudafricano Nortje, el también norteamericano Jorge Sánchez o el español Ángel Hernández.

Se da la circunstancia de que el Fundación Aliados no ha podido retomar la competición en el nuevo año, ya que la anterior jornada ante el Amiab Albacete fue aplazada debido a la aparición de varios casos de Covid entre la plantilla visitante. La plantilla del cuadro morado ha pasado por los preceptivos test previos a cada partido, cuyos resultados han sido negativos en todos los casos, por lo que la única baja confirmada será la del argentino Adrián Pérez.