El proyecto elaborado por Fomento para la ampliación y mejora de la Autovía de Castilla, a su paso por el entorno de Valladolid, no cuenta con el consenso que cabría esperar para una obra tan demandada y de este calibre, en la que los más de 21 kilómetros periurbanos de la A-62 se convertirán en una carretera de tres carriles capaz de albergar los picos de más de 60.000 vehículos que la utilizarán en 2021, la fecha estimada de puesta en servicio, y los 75.000 de 2041, tal como recoge la memoria de un proyecto a la que le han llegado en los últimos días las alegaciones de dos de los tres municipios afectados: Arroyo de la Encomienda y Simancas.
En cambio, Valladolid capital, tal como confirma a este periódico el propio concejal de Planeamiento Urbanístico, Manuel Saravia, no ha presentado ninguna alegación, ya que «no le afecta a ninguna de las áreas de desarrollo de Valladolid», si bien recuerda que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) recoge la construcción de una pasarela peatonal desde la calle Manuel Jiménez Alfaro (Parquesol) hacia la zona de Río Shopping, «un proyecto que se encarecerá, porque ahora habrá que salvar seis carriles, en lugar de cuatro».
Arroyo tiene más objeciones, ya que se opone frontalmente a que se cierre la salida desde el camino de Zaratán (la que desemboca ahora en la rotonda de Manuel Jiménez Alfaro y que da acceso al viaducto que cruza sobre la autovía rumbo a Río Shopping y a la salida hacia el norte por la A-62) y no le gusta que se plantee una nueva vía de servicio desde la gasolinera de Simancas que vaya a llevar el tráfico de salida a la autovía, a través de Arroyo.
Por ello, el alcalde del municipio, Sarbelio Fernández, ha rubricado unas alegaciones ambiciosas en las que se propone al Ministerio de Fomento «una solución de más futuro» que el tercer carril. «Aquí lo ideal es que el tramo que va desde Valladolid a Arroyo y Simancas se convierta en una especie de ronda de circunvalación o de vía urbana o semiurbana para el tráfico local y que se construya una variante hacia el oeste hasta después de Simancas». 

CONTAMINACIÓN POR LA AUTOVÍA

El regidor arroyano apunta que esta propuesta conllevaría también una apuesta por el medio ambiente, en esta época de restricciones que se plantean, «pues así habría menos contaminación en toda la zona». «La A-62 es la autovía que tiene más tráfico de Castilla y León, y hacer una variante evitaría el problema que se avecina para los municipios por la contaminación que generará en un futuro», advierte Sarbelio Fernández en declaraciones a El Día de Valladolid, quien recuerda «el elevado número de camiones que la utilizan» y que se evitaría con esa variante.
Un problema el del tráfico que entronca con la alegación que han planteado por la solución que se da en el proyecto para el tercer carril entre la gasolinera de Simancas y Arroyo (núcleo), toda vez que se plantea la ampliación de una vía de servicio para que los usuarios no se incorporen a la autovía como ahora, sino que lo hagan a través del enlace de Arroyo-La Vega. «Eso nos va a meter una gran cantidad de vehículos por el núcleo y habrá camiones que, aunque lo tendrían prohibido, acabarán pasando por allí, también», explica el alcalde, quien valora, en cambio, que este proyecto al fin contempla una vía de salida hacia el norte desde ese núcleo de Arroyo-La Vega, con una vía colectora que partiría desde la rotonda del Decathlon: «No es la mejor solución, pero al menos se abre esa salida en dirección Burgos».

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NUEVA CALLE HACIA VALLADOLID

Sarbelio Fernández admite, en cualquier caso, que «la máxima preocupación es el corte previsto de la salida del camino de Zaratán», motivo por el que ya ha iniciado los contactos con el Ayuntamiento de Valladolid (el miércoles se reunió con Saravia) para poder abrir una nueva calle que conecte La Flecha, desde la calle Clavel, con Manuel Jiménez Alfaro, justo a la rotonda de la BMW, al pie de la calle Ciudad de la Habana (Parquesol). «Hay buenas intenciones, incluso se han abierto a hablar con el Sepes para acelerar el planeamiento en toda esa zona de Las Raposas y que se pueda urbanizar y conectar con una nueva calle que, además, sería una vía de conexión también con la zona industrial cercana».

En el caso de Simancas, las alegaciones que ha planteado el Ayuntamiento al proyecto de ampliación de la A-62 buscan «mejores conexiones», pero dan por buena la solución de ese ansiado soterramiento de la autovía, pese a las críticas de Ciudadanos y Simancas Toma La Palabra tanto al equipo de Gobierno (del PP) como al PSOE, después de que ambos grupos rechazasen las alegaciones que, según esos dos partidos, iban dirigidas a «mejorar la seguridad». Las quejas obedecen al hecho de que el soterramiento se dividirá en dos túneles casi consecutivos y que será un tramo en el que la velocidad «se verá reducida a 70 km/h.

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ALEGACIONES SIMANCAS

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El alcalde de Simancas, Alberto Plaza, rechaza esas tesis y sostiene que «las alegaciones formuladas se recogieron en dos reuniones y en ellas se refleja el sentido de todos los grupos políticos». «Esperemos que nuestras alegaciones se acepten y que el proyecto definitivo pueda ser verdaderamente beneficioso para el municipio», añade Plaza, quien explica que «las alegaciones se dirigen a retocar matices», con el fin de «mejorar los accesos tanto por la zona de la ermita como en la salida hacia Valladolid, con enlaces al polígono y a la gasolinera». En el documento también se habla de la «mejora de las paradas de autobuses, que el paso de tráfico agrícola sea más permeable y la creación de un itinerario accesible y peatonal desde el barrio del Silo al colegio publico de Los Zumacales».
Por último, desde la plataforma Humanizar Simancas se pone el acento en qué ocurrirá durante el más de un año que durará la obra de soterramiento, por lo que pide al Ministerio que se construya una vía de servicio alternativa a través de Arroyo de la Encomienda para mantener la comunicación con Valladolid.