Zorrilla y el espíritu de La Romareda

D.V.
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El Real Valladolid recibe este domingo (12.00 horas) al Getafe recordando dónde estaba hace justo un año. La primera de las siete finales se juega en casa

Zorrilla y el espíritu de La Romareda

Hace exactamente un año, el Real Valladolid transitaba sin pena ni gloria por la Segunda División. Ocupaba la undécima posición y, aunque la distancia en puntos no era muy grande con la promoción, muchos dieron la temporada por perdida. El club decidió un último intento, casi a la desesperada, relevando en el banquillo a Luis César Sampedro y ‘arriesgando’ con un entrenador que llevaba un año y medio sin dirigir a un equipo, Sergio González.  

Llegó un 10 de abril, perdió el primer encuentro en el que se sentó en el banquillo del José Zorrilla pero hizo que algo cambiase.

Ese algo llevó al Pucela primero al playoff y luego a retornar a una categoría que, por clasificación histórica, parace que es la suya.

Un año después de la llegada de Sergio y del cambio de rumbo del club, el Real Valladolid vuelve a encontrarse en un momento bajo de ánimo. Es su sino desde hace unos años, sobre todo cuando vienen mal dadas.

La diferencia es que un año después de aquella derrota en Zorrilla ante el Sporting o de la conjura de La Romareda, el Real Valladolid se encuentra en la máxima categoría del fútbol español, cuenta con el apoyo de 20.000 seguidores y lucha no por salir del pozo de Segunda si no por no volver a él y mantenerse en la elite.

A eso se aferra el grupo que defiende la camiseta blanquivioleta en las siete finales que tiene que disputar. Al espíritu de La Romareda, al grupo que se formó en el mismo césped -el mismo que se forma antes de cada partido- y que se conjuró para levantarse ante la injusticia que se vio en Zaragoza.

Esta temporada ha estado plagado de injusticias. La mayoría han llegado desde el vídeo arbitraje, el VAR, como se le conoce habitualmente. En Balaídos, en Sevilla, en Valencia, ante el Real Madrid, el Atlético, el Barça... esos lamentos son ya pasados. El Pucela tiene 21 puntos por delante para lograr la permanencia.

Y los primeros se pondrán en juego este domingo (12.00 horas) en el estadio José Zorrilla ante el Getafe, un equipo de sobra conocido por sus nombres y porque esta temporada ya se ha medido a los blanquivioleta en tres ocasiones, con dos empates y una derrota, esta última por la mínima en tierras madrileñas en la Copa.

Sergio González, que ha cumplido un año esta misma semana en el banquillo del Real Valladolid, tiene clara la receta: «Que estemos todos juntos es muy importante. Ser optimistas, ver el vaso medio lleno y no medio vacío».

Para el encuentro del domingo, el técnico recuperará a Nacho, que cumplió partido de sanción el pasado fin de semana. Y es probable que realice algún cambio en la alineación. No porque no le haya gustado lo visto en las últimas semanas si no por aquella frase que él ya dijo en más de una ocasión, ‘agitar el árbol’.

Su equipo lleva sin ganar en casa desde el 27 de enero, cuando se impuso al Celta. Y en Zorrilla solo acumula dos victorias más, las del principio de la temporada ante Levante y Huesca.

Por eso, el equipo se ha conjurado. Desde su presidente, Ronaldo Nazário, con un mensaje en sus redes sociales: «Momento difícil pero el domingo tenemos otra ocasión y solo juntos lo vamos a sacar adelante. ¡Vamos Pucela, vamos Equipo, vamos Afición!»; pasando por su director deportivo, Miguel Ángel Gómez: «Nosotros no vamos a rendirnos; vamos a luchar porque queremos ver el año que viene al Real Valladolid en Primera»;hasta los futbolistas. Incluso este miércoles se juntaron todos en una comida de hermandad.

Pero nadie olvida que enfrente estará el Getafe de Bordalás, un equipo rocoso y duro, hecho a base de ‘guerreros’ que ha logrado colocarse en la pelea por la Champions. Con Damián Suárez, Maksimovic, Jorge Molina, Ángel y... Jaime Mata. Entre el ex del Pucela y los otros dos delanteros llevan 30 goles, 6 más que todo el Real Valladolid junto. Los azulones no son el rival más adecuado para buscar una reacción, pero la conjura de La Romareda ha vuelto al José Zorrilla.