Construcción, TIC, transporte y hostelería buscan personal

Óscar Fraile
-

Algunos sectores, entre los que también se encuentra la agricultura y la sanidad privada, se quejan de las dificultades para encontrar trabajadores, mientras que los sindicatos aseguran que la solución pasa por mejorar las condiciones

Dos trabajadores de la construcción en una obra en Valladolid. - Foto: Jonathan Tajes

Que las compañías paguen más a los empleados, les ofrezcan mejores condiciones laborales y les den más motivos para trabajar». Así se expresó hace unos días la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en referencia a las quejas que expresan diversos sectores sobre la dificultad que tienen para encontrar personal. Es el caso de la hostelería, el transporte de mercancías, la construcción, las nuevas tecnologías, la sanidad privada y el campo.
El análisis de la ministra coincide con el de los sindicatos, que, en líneas generales, consideran que mejorar las condiciones laborales pondría fin a este problema. Un diagnóstico muy distinto al que hacen parte de los empresarios afectados, que hacen referencia, por ejemplo, a la estrechez de sus márgenes comerciales después de una época muy complicada y a la escasez de profesionales con buena formación, independientemente de lo que se les pague.
También hay otros motivos menos generales y más locales, como sucede en el sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), donde la 'competencia' con Madrid es muy dura. Muchos estudiantes de esta rama salen de la universidad con la idea fija de trasladarse a la capital, donde la oferta de empleo es mucho más generosa y los salarios, por lo general, más altos. Las empresas de Valladolid, que suelen ser pymes de pequeño tamaño en este sector, no tiene posibilidad de competir con ellas. Al menos eso es lo que asegura el presidente de la Asociación Vallisoletana de Empresas de Informática y Tecnologías de la Comunicación (Avein-TIC), Fernando Pérez. «No tenemos empresas grandes», se queja. El teletrabajo también se ha revelado como otro 'problema' para ellos, porque los profesionales están dentro de un mercado global. y pueden trabajar para empresas que están a miles de kilómetros de distancia, aunque ellos residan en Valladolid. Y si las pymes locales no pueden competir con los sueldos de Madrid, mucho menos lo harán con los de una multinacional inglesa, por ejemplo.
Hay otros sectores que tienen un problema de imagen, como el de la construcción. La explosión de la burbuja inmobiliaria de 2008 provocó el cierre de miles de empresas en España e hizo que muchos trabajadores tuvieran que reciclarse en otro sector. Y ahora no es fácil que vuelvan, ni atraer a los jóvenes, que consideran que se trata de un sector muy duro. De hecho, la Fundación Laboral de la Construcción todavía tiene problemas para llenar los cursos que organiza en este sector. «Cuesta que los jóvenes se interesen por el sector porque no lo conocen, aunque los que están dentro quieren seguir», dice la gerente, Pilar Cordero. 
La hostelería no es ajena a estos problemas. Bares, restaurantes y negocios similares no encuentran personal. Así lo asegura el presidente de la patronal provincial, Jaime Fernández, quien reclama «trabajadores que funcionen». Según él, es habitual que algunos profesionales dejen el trabajo poco después de empezar. Y aunque asegura que no tiene claro el motivo de esta falta de profesionales, considera que «la proliferación de ayudas después de la pandemia» ha hecho que «la gente se haya acomodado». «Las ayudas son necesarias, pero no para que se pueda vivir de ellas», incide. Fernández tiene previsto reunirse con los sindicatos para abordar este problema y encontrar una solución. La responsable de hostelería de UGT Valladolid, Mónica de la Cámara, reconoce este conflicto, pero cree que se solucionaría con «condiciones más dignas» porque el sector «no está muy bien pagado» y «las jornadas son muy largas». En este sentido, espera que la firma del nuevo convenio sea el primer paso para acometer estos cambios.
en el campo. El responsable provincial de la Unión de Campesinos (UCCL), Ignacio Arias, reconoce que en el campo también hay muchas dificultades para encontrar gente para las campañas como la patata y la vendimia. Se trata de empleos duros que casi en su totalidad realizan trabajadores extranjeros. «En este sector es habitual recurrir a empresas de trabajo temporal, que son un poco piratas», denuncia. Además, se queja de que un empresario del campo tenga que pagar un día entero de Seguridad Social aunque solo contrate a un trabajador por unas pocas horas. Arias tampoco cree que la retribución sea la causa de esta escasez de persona. «Hay unos convenios con unos mínimos que se cumplen, y algunos pagan por encima de eso, lo que pasa es que con este tema se hace mucha demagogia», opina.
En lo que se refiere a la sanidad, el sector privado es el que está encontrando más dificultades para contratar después de que el público haya absorbido casi todo el personal por la pandemia y después de que se hayan recuperado las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) que estuvieron congeladas durante muchos años. Según Miguel Holguín, de UGT, esto se está notando más en pequeñas empresas de ámbito asistencial, como residencias de la tercera edad y clínicas privadas, y no tanto en grandes centros de trabajo como los de Grupo Recoletas. Holguín apuesta por potenciar más el sistema público porque «todo lo que se desvía a la privada va en detrimento de la sanidad pública».

Esperanza en el nuevo convenio colectivo 

Por sectores

HOSTELERÍA: Esperanza en el nuevo convenio colectivo 

Tanto patronal como sindicatos reconocen que hay problemas para encontrar personal, pero con un diagnóstico muy diferente. El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería (Apeh), Jaime Fernández, sostiene que las ayudas públicas que se han aprobado durante la pandemia han hecho que mucha gente prefiera vivir con estos ingresos antes que buscar un empleo, pero desde los sindicatos se hace referencia a lo poco atractivo que es este sector por sus «penosas» condiciones laborales. «Hay que dignificarlo porque no está muy bien pagado y tiene jornadas excesivamente largas; además, todos sabemos lo que pasa con las horas extra, que no se pagan», dice Mónica de la Cámara, de UGT, quien también espera que la firma del nuevo convenio sea un primer paso para conseguir atraer a más trabajadores. Este acuerdo tendrá vigencia para los próximos cinco años, con una homologación de las distintas categorías de establecimientos, con equiparación salarial en las mismas, aplicando a los del grupo 1 una subida lineal del 1,6 por ciento anual.

CONSTRUCCIÓN: Mala fama arrastrada desde la crisis de 2008 
Hace algunos años que el sector de la construcción demanda mano de obra especializada. Después de unos años prácticamente de inactividad, tras la explosión de la burbuja inmobiliaria de 2008, promotoras y constructoras han retomado la actividad muy lentamente hasta llegar a un nivel impensable hace unos años. De hecho, la venta de viviendas en Valladolid se sitúa en su nivel más alto de la última década. Pero el sector del ladrillo no ha logrado quitarse de encima la mala reputación que le persigue desde la anterior crisis. Al menos eso es lo que opina la gerente de la Fundación Laboral de la Construcción en Castilla y León, Pilar Cordero. «Se ha demonizado», asegura. Esta entidad ofrece cursos de formación para este sector y desde hace años tiene verdaderas dificultades para cubrir todas las plazas. Pero Cordero incide en las bondades de unos empleos donde «se paga por encima del Salario Mínimo Interprofesional» y donde «se puede hacer carrera como trabajador por cuenta ajena o propia». Oficiales de albañilería y gruistas son dos de los perfiles más buscados.

TRANSPORTE: El sector necesita 600 profesionales 
El sector del transporte de mercancías necesita unos 600 profesionales en la provincia. Es el cálculo de la Asociación Empresarial de Transportes de Valladolid (Asetrava), cuyo portavoz, Rafael Soto, se queja de la «falta de respuesta» de la Administración a este problema, aunque reconoce que las ayudas públicas que ha destinado la Junta para obtener ese carné de conducir han ayudado. Desde esta asociación se quejan de que estos profesionales se tengan que encargar de tareas que no les corresponden, como la carga y descarga de la mercancía, cuando en otros países, como Portugal, se ha regulado para que no puedan hacerlo. Más crítica es la posición de UGT, que, en una rueda de prensa ofrecida esta semana, denuncia las precarias condiciones que tienen que soportar estos trabajadores, con salarios que rondan los 1.300 euros, pero que suponen viajes diarios de diez horas. El responsable del sector de Carreteras, Juan Antonio Martínez, llegó a señalar que en realidad no faltan conductores, «sino trabajadores que quieran ser esclavos».

AGRICULTURA: Dificultad para contratar temporeros 

El campo también tiene muchas dificultades para encontrar trabajadores para las campañas puntuales que tienen que acometer, como la vendimia, la patata y el ajo. En este sector la contratación indefinida es mucho más baja que en el resto. Además, la dureza de estas labores hace que haya muy pocos candidatos nacionales. Casi todos son extranjeros, mayoritariamente marroquíes y rumanos. Los empresarios agrícolas suelen recurrir a empresas de trabajo temporal para contratar a un buen número de trabajadores durante poco tiempo que duran las campañas. Y esto supone ciertos «problemas financieros para ellos». Al menos eso es lo que denuncia el responsable provincial de la Unión de Campesinos (UCCL), Ignacio Arias. «El sector del campo es el único en el que tienes que pagar un día entero de Seguridad Social aunque solo tengas que contratar a una persona durante una hora para descargar un camión», se queja. Según él, esta escasez no tiene que ver solo con la retribución, porque, señala, hay empresarios que pagan por encima de lo que marca el convenio.

TIC: El problema de 'competir' con Madrid 

El problema de la falta de personal en el sector tecnológico se arrastra desde hace mucho tiempo, pero la generalización progresiva del teletrabajo ha contribuido a recrudecerlo, toda vez que estos empleados pueden trabajar para empresas de Londres, París u otros países europeos donde se ofrecen salarios con los que las empresas locales no pueden competir. Además, la cercanía de Valladolid con Madrid, donde hay mucha más oferta y mejores salarios, también hace que muchos titulados descarten trabajar aquí. Es lo que explica el vicepresidente de Aetical, la federación que agrupa a las empresas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en Castilla y León. «No sale suficiente personal formado de las universidades», señala. De hecho, esta asociación está en contacto con la Junta, universidades públicas y privadas y centros de Formación Profesional para intentar solucionarlo. También está recurriendo a personal desempleado que tenga interés o formación similar a la de este sector para poder entrar dentro de él mediante la realización de cursos de reciclaje.

SANIDAD PRIVADA: El sector público absorbe todo el personal

La pandemia ha tenido un impacto directo en el empleo en el sector sanitario. Las necesidades asistenciales han hecho que el sector público emplee a casi todos los profesionales. De hecho la Bolsa de Empleo de Sacyl se ha quedado a cero en muchas provincias. Esto ha provocado que el sector privado tenga muchas dificultades para encontrar, por ejemplo, enfermeros y auxiliares de enfermería. No tanto en los grandes centros de trabajo, como los de Grupo Recoletas, pero sí en residencias de mayores y otros centros asistenciales, donde las condiciones laborales y salariales son sustancialmente peores que en la sanidad pública. Y todo ello pese a que este año se ha firmado el nuevo convenio colectivo de este sector. «Hay problemas porque la Bolsa de Empleo es finita», señala el representante de UGT en el sector sanitario, Miguel Holguín, quien también incide en que la recuperación de las oposiciones anuales en distintas especialidades ha hecho que muchos profesionales pasen a trabajar en el sector público en detrimento del privado.