El polémico mercado de Portugalete

Jesús Anta
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Tenía mostradores de mármol, luz, una fuente en medio y paredes de azulejos. Después de más de 90 años de servicio, el mercado de Portugalete se derribó en 1974

Mercado de Portugalete en 1973. - Foto: Archivo Municipal de Valladolid

No fue corto el camino recorrido hasta que se vieron construidos los tres mercados de hierro que tuvo Valladolid en la década de 1880. En  1856 el Ayuntamiento comenzó a pensar en construir mercados, e incluso seis años después se aprobó un primer proyecto, pero  fue rechazado por la Junta Superior de Policía por ser pequeños y ofrecer poca solidez. El Ayuntamiento  había confiado en el famosísimo arquitecto Jerónimo de la Gándara, que había demostrado su valía ante la ciudad por ser el autor del teatro  Lope de Vega inaugurado en 1861 (años más tarde construyó también el teatro Calderón de la Barca).

En definitiva, hasta 1878 no comenzó a materializarse la construcción de los tres mercados, gracias al impulso de Miguel Íscar, recién elegido alcalde.

Por fin, en 1881 se abrió al público el mercado de Portugalete. Tenía mostradores de mármol, luz (de gas en un principio, luego eléctrica), una fuente en medio, paredes cubiertas de azulejos y, lógicamente, a cubierto de las condiciones climáticas adversas, lo que le daba unas condiciones de higiene que los comerciantes no tenían en la calle.

El polémico mercado de PortugaleteEl polémico mercado de PortugaleteHabía sido  complicado el camino hasta que el mercado de Portugalete viera la luz. La culpa la tuvieron los caños que estaban en la plaza de Portugalete junto a la vieja torre de la Catedral,  y el Cabildo catedralicio. Pero vayamos por partes. Los caños venían siendo causa de una polémica en el Ayuntamiento. En diciembre de 1848 se produce un debate sobre esta fuente y su pilón, pues algunos concejales defendían que bajo ningún concepto se eliminaran con el cubrimiento del ramal del Esgueva que pasaba por Portugalete, pues daban buen servicio al vecindario, tanto para abastecimiento doméstico como para abrevadero de caballerías. Como tantos debates concejiles, se tomaban acuerdos que luego volvían a revisarse en una continua y larga controversia.

En medio de aquella polémica,  la prensa de la época y el Cabildo catedralicio denunciaban que en la de los caños de la Catedral se producían muchos escándalos y que la moral brillaba por su ausencia.

Mientras tanto, el camino para construir el mercado no se despejaba, pues el Cabildo se oponía a que se construyera tan cerca de la Catedral y, por tanto, no cedía los terrenos que eran de su propiedad junto al templo. Pero después de muchos meses de negociaciones, le dice al Ayuntamiento que si quiere los terrenos de la plaza de Portugalete, tiene que hacer desaparecer los dichosos caños con el fin de eliminar los escándalos e irreverencias que se producían en un lugar tan próximo al recinto sagrado. Que a lo sumo admitía que esta fuente pudiera quedar convertida en un arca de agua para atender los regadíos o para sofocar incendios. La petición del Cabildo fue rápidamente atendida,  el Ayuntamiento clausuró la fuente y se iniciaron los trámites definitivos para construir el mercado. 

Después de más de noventa años de servicio, el mercado de Portugalete se derribó en mayo de 1974 alegando su mal estado (en 1957 se había desmontado el del Campillo).  Se suscitó una gran polémica por la oposición del mundo de la arquitectura y el arte a su derribo,  pues defendían la conservación  de aquella arquitectura industrial de hierro tan característica del siglo XIX. Es el caso que se derribó, con la desgracia añadida de que un joven obrero muriera durante las obras al ceder parte de la estructura, que se le vino encima. En la imagen, el mercado hacia 1973.

 


Modernos mercados de hierro

El mercado del Val es el único que queda de los tres mercados municipales que se construyeron en Valladolid en los años 1880 y 1881. Fue una manera de mejorar las condiciones higiénicas de la venta de alimentos que, hasta entonces, se realizaba básicamente en la calle o bajo soportales, exponiendo los alimentos sobre tablas que todos los días se montaban y desmontaban en lugares en el entorno de la plaza Mayor, Fuente Dorada y Rinconada. Este último lugar estaba especializado en la venta del pescado y se le conocía como “mercado de la red”. En 1878 se aprobó el expediente para la construcción de los citados tres mercados. El arquitecto municipal Joaquín Ruíz Sierra, autor de los planos, trataba de evocar los mercados parisinos construidos en hierro. La ubicación de los mismos habría de ser el campillo de San Andrés (actual plaza de España), plazuela de Malcocinado (actual calle Francisco Zarandona) –es decir, el mercado del Val-, y plazuela de Portugalete. En la foto de Francis Frith, la explanada de Portugalete antes de construirse el mercado. Al fondo, unos lavaderos..