La dirección de la planta de Iveco y los sindicatos retoman mañana las negociaciones del ERTE y el convenio colectivo tras dos semanas sin citarse, precisamente, por estar la planta vallisoletana cerrada por el propio ERTE, si bien los delegados sindicales siempre aseguraron que acudirían a la llamada de la firma si les convocaba, a pesar del paro.

Fue el 24 de junio cuando mantuvieron la última reunión, de la que la representación de los trabajadores salió al menos satisfecha porque la empresa retiró, en tan solo dos días, sus propuestas de congelar la antigüedad en ocho trienios y que el convenio fuera para 2020 y 2021, dos cuestiones innegociables para la parte sindical, lo que finalmente propició eliminarlas y sólo se regirá para el presente ejercicio. También hubo acuerdo en cuanto a la congelación salarial y la paga variable, otras dos cuestiones que tensaban la cuerda en las negociaciones.

El escollo final para llegar a un acuerdo son las condiciones del ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que se está aplicando en la actualidad en la planta de Valladolid y que nada tienen que ver con el que se desarrolla en la factoría de Madrid, según denuncian los sindicatos.

En este sentido, mientras en la fábrica vallisoletana desde el 1 de abril se aplica un ERTE por fuerza mayor, en la madrileña se hace efectivo uno que entró en vigor antes del estado del alarma y que presenta unas condiciones mucho más ventajosas para los trabajadores.