Las matriculaciones de turismos cayeron en enero en Castilla y León un 10,3 por ciento con relación a 2018, hasta las 2.798 unidades, mientras que en el conjunto de España la caída fue del 8 por ciento, hasta las 93.446 unidades, según informaron fuentes de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). A nivel autonómico, sólo Ceuta y Melilla, con un 18,1 por ciento, y Navarra registró un incremento del 0,5 por ciento en el número de matriculaciones, mientras que el resto de comunidades contabilizaron descensos. Los más acuciantes se dieron en el caso de Cantabria (30,4 por ciento), Baleares (24,1 por ciento), La Rioja (17,4 por ciento) y Extremadura (15,3 por ciento).

Por provincias, el descenso en el número de matriculaciones fue generalizado, salvo en el caso de Ávila, donde se registró un crecimiento del 15,08 por ciento, hasta las 206 matriculaciones, y en Zamora, con un aumento del 5,88 por ciento, hasta las 180 matriculaciones. En el resto de provincias de Castilla y León se contabilizaron descensos. Los más destacados tuvieron lugar en Soria, con un 22,39 por ciento (hasta 104 matriculaciones); Burgos, con un 19,76 por ciento (467 matriculaciones); Salamanca, con una caída del 19,03 por ciento (302 matriculaciones); Valladolid, con un 14,1 por ciento (664 matriculaciones); Segovia, con un 8,08 por ciento (182 matriculaciones); Palencia, con una reducción del 4,07 por ciento (165 matriculaciones); y León, con un 2,04 por ciento (528 matriculaciones).

A nivel nacional, las matriculaciones de turismos y todoterrenos en el mes de enero descendieron un ocho por ciento respecto al mismo periodo del año pasado, hasta las 93.546 unidades, con los mismos días laborables que en enero de 2018. De esta manera, ya son cinco los meses consecutivos de caída de las ventas de este segmento, un fenómeno que no se registraba desde los años de la crisis económica.

Todos los canales experimentaron una caída, si bien fue el de particulares el principal responsable de este descenso de las entregas, con un 9,6 por ciento de reducción de las ventas en enero, y 47.244 unidades. La incertidumbre y la confusión que se está generando entre los clientes con los sucesivos anuncios de prohibiciones y restricciones, sumado a las perspectivas económicas negativas, son las que están paralizando el mercado.

Las empresas también redujeron sus adquisiciones de vehículos en un 5,5 por ciento hasta las 31.374 unidades. Las flotas no han compensado las menores ventas a particulares, como han hecho en otros meses anteriores, porque las expectativas económicas se están resintiendo y los seminuevos están perdiendo valor residual.