«No habrá acuerdo de gobierno posible sin acuerdo programático que respete lo esencial de nuestro programa», y eso pasa por acabar con el clientelismo, la corrupción, un trato desigual de los ciudadanos de Castilla y León en fiscalidad y una financiacion desigual. Así lo afirmó ayer el candidato de Cs a la Presidencia de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, en su comparecencia ante los medios en la que afirmó que su mandato es doble: asegurar la gobernabilidad y una reforma y una regeneración real. Es su «compromiso personal».

Igea, que acertó al llegar a los 13 procuradores que calculó cuando el escrutinio iba por el 94 por ciento, explicó que acudirá a la Ejecutiva del partido en Madrid y se configurarán las comisiones de pactos. A partir de entonces, se abrirá el tiempo para sentarse y dialogar con otras fuerzas políticas.

El candidato mantuvo, como ha venido diciendo en las últimas semanas, que prometió que sería garantía del cambio, y a partir de ayer está en condiciones de decir que lo va a garantizar; al tiempo que precisó que van a defender hasta el extremo sus principios. «Nuestro pacto sigue siendo con los ciudadanos. Sigue siendo el mismo», según informa Ical.

«Las cosas no seguirán igual, porque los ciudadanos lo han dicho. Que no lo duden, que estén tranquilos», añadió, y precisó que acatará lo que han dicho en las urnas, que es que quieren un partido de centro, y que han huido de los extremos de la política, tanto de izquierdas como de derechas. «Su voz será escuchada y respetada». «No os defraudaremos», reiteró.

Para el candidato de la formación naranja, el resultado de Cs ha sido «excelente», al pasar de cinco a doce procuradores, lo que supone multiplicar casi por tres los resultados de los pasados comicios. Destacó que han ganado más de 50 alcaldías, y esto indica que son «un partido en crecimiento, que cada vez que se abren las urnas más representantes tiene».

Igea felicitó, antes de comparecer ante los medios, al líder del PSOE en la Comunidad, Luis Tudanca, que ha sido el ganador y es lo que toca en política. A su homólogo en el PP, Alfonso Fernández Mañueco, no le llamó porque «ha perdido un centenar de miles de votos» y su situación no es de «grandes felicitaciones». «Es un día para reflexionar», concluyó el candidato naranja.