El número de víctimas mortales a causa del paso del tifón 'Rai' por Filipinas ha ascendido a cerca de 405 y 82 personas continúan desaparecidas, según el último balance facilitado este viernes por las autoridades, que han indicado que más de 4,2 millones de personas se han visto afectadas y más de 570.000 se encuentran desplazadas.
El Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC) ha resaltado que del total de víctimas mortales, 96 han fallecido en la provincia de Bohol, donde todavía están desaparecidas 15 personas.
Las provincias de Negros Oriental han notificado 66 muertos, la provincia de Negros Occidental ha informado de 50 muertos y la provincia de Cebú de 58 personas fallecidas. Treinta personas continúan en paradero desconocido en Negros Occidental.
Por otra parte, ha destacado que el tifón ha causado daños a más de 79 millones de hectáreas agrícolas y ha provocado la suspensión de las clases en 370 centros educativos, mientras que 284 localidades han sufrido cortes eléctricos y 18 han sufrido alteraciones en el servicio de agua.
Duterte ha declarado el estado de calamidad en las zonas afectadas por el Rai para acelerar las operaciones de ayuda y rehabilitación.
El Consejo Nacional de Gestión y Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC) ha señalado que hasta ahora se ha restablecido la electricidad en 205 de las 284 zonas que se quedaron sin ella, mientras que 165 de las 244 zonas siguen teniendo problemas con las líneas de comunicación.
El presidente filipino, Rodrigo Duterte, se disculpó la semana pasada por los "retrasos" en la entrega de ayuda a los damnificados. "Estamos teniendo dificultades porque muchos sitios están dispersos, alejados, de una isla a otra, y lo mismo pasa con el dinero", explicó, tras prometer entregar 10.000 millones de pesos filipinos (cerca de 175,8 millones de euros) a los esfuerzos de recuperación.
'Rai' --conocido también en Filipinas como 'Odette'-- está considerado el tifón más devastador de 2021 en el archipiélago asiático, y sus estragos son comparables al de 'Hayan' en 2013. De hecho, Duterte declaró el miércoles el estado de calamidad, una decisión que puede ayudar a acelerar las labores de socorro.