"Preocupación y miedo" en la zona cero del contagio

Ical
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Las dos localidades vallisoletanas han decidido suspender las fiestas y actos programados en agosto para evitar la propagación del virus

Centro de salud de Íscar - Foto: Dos Santos

 

Preocupación y miedo" son las palabras más repetidas estos días en las localidades vallisoletanas de Íscar y Pedrajas ante el aumento de los casos positivos de coronavirus asociados al brote del matadero de aves. En las últimas horas, los contagios confirmados se dispararon a 42 y otros 44 contactos permanecen en estudio, según los datos aportados por la Junta, que ya afectan a las localidades que comprenden la zona básica de salud. 

Íscar esta sumergido en unos "días duros" en los que este municipio tendría que estar viviendo sus fiestas populares y que sobre todo los más jóvenes “son los que más lo echan en falta”, asegura el alcalde del municipio, Luis María Martín. Desde el Consistorio asegura que se han tomado tomas las medidas necesarias, por eso decidieron suspender hace aproximadamente un mes todos los actos programados para sus fiestas populares de agosto y así como cancelar el Acto de Proclamación de las Reinas, ante las noticias de los rebrotes.

Además, se ha procedido ya a la clausura de los parques y zonas de juego, y también se está haciendo una labor pedagógica con los jóvenes para instar al “cumplimiento estricto de las normas”, como apunta en declaraciones a Ical. Ante esta preocupación, el regidor apela a la responsabilidad de todos los vecinos de Íscar, así como a los de los municipios colindantes, con los que asegura que el pueblo tiene “mucho contacto por la cercanía”, ya que muchos acuden a comprar o a trabajar a estas zonas.

Balcones engalanados en Íscar, que ha suspendido las fiestas Balcones engalanados en Íscar, que ha suspendido las fiestas - Foto: Dos SantosLuis María Martín, como el resto de alcaldes de la zona más afectada, están a la espera de las nuevas pautas por parte de la Consejería de Sanidad para “acatarlas de forma estricta y muy responsable” y así evitar la propagación del virus. Asegura que los vecinos son conscientes del peligro, algunos incluso han decidido “autoconfinarse” como relata Henar Ruedo, vecina del municipio, quien asegura “vivir con mucho miedo” ante la incertidumbre de lo que pueda pasar.

La recomendación del Ejecutivo regional a la población ante la alta incidencia en esta zona básica de salud, ha sido la de mantener las medidas, “confinar a la población y restringir al máximo los movimientos y el contacto social”, así como permanecer atentos a las indicaciones, según el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, a través de su cuenta en la red social Twitter.

Sin fiestas de verano

“Nos ha caído una buena”, relata el presidente de la peña El Ruedo, Eduardo Martín Sánchez, que mira “con mucha tristeza” la plaza y el resto de espacios en los que “a estas horas estaríamos todos de fiesta”. “Somos un pueblo que vive mucho estos días grandes”, lamenta. Aún así es consciente de la situación y aplaza a “vivirlas más intensamente el próximo año”. 

En estos días “tan raros”, confía en que las pequeñas peñas eviten las reuniones entre amigos y no se den las aglomeraciones para que no surjan más casos, ya que como comenta, la cancelación de las fiestas “para los jóvenes ha sido un palo muy grande”. De momento, desde la Peña El Ruedo esperan “pasarlo lo mejor posible en casa”. 

Cierre de bares

Numerosos bares de la zona de copas y del centro de Íscar como La Oficina, Möet o el Nómada, entre otros, han visto como sus puertas cerraban de nuevo y algunos se hacían eco a través de las redes sociales, para evitar aglomeraciones sociales. Tomaban esta decisión para “no poner en riesgo a los clientes”, como se leía en alguno de los comunicados que han emitido a través de sus redes sociales. 

Son pocos los que aún se mantienen abiertos a la espera de las directrices de la Junta de Castilla y León. Es el caso de Jonathan Martín, propietario del bar Rotty y presidente de la Asociación de Hosteleros de la zona, quien asegura estar viviendo “una situación muy delicada”. Dice que “esto puede hacer mucho daño al pueblo”, sobre todo por la publicidad, ya que como asegura “somos una localidad pequeña”. 

En su caso, como hostelero asegura tener miedo, al igual que los vecinos, porque “en un pueblo no hay clientes, hay amigos”. En este momento está intentado poner el máximo esfuerzo porque en su local se respeten todas las medidas higiénicas y sanitarias, pero dice que no puede cerrar porque “es un negocio familiar que si no genera ingresos, me voy a la ruina”. 

Como presidente de la Asociación de Hosteleros de Íscar, afirma que “todos somos una familia que tiramos del carro”. En ese sentido, respeta la decisión de los locales que han cerrado y también apoya a los que se mantienen a la espera de nuevas directrices como él. 

Responsabilidad y cumplimiento en Pedrajas

La localidad vallisoletana de Pedrajas es también una de las más azotadas por los rebrotes de COVID-19, que ya acumula 11 positivos, por lo que desde el Ayuntamiento han decidido suspender todas las actividades culturales y deportivas programadas para el mes de agosto.

Por su parte, el alcalde de esta localidad vallisoletana, Alfonso Romo, anunció a través de un video en las redes sociales la “delicada situación” que se vive, ya que “la cifra de positivos no se llegó a alcanzar en los peores meses de pandemia y sí en cuatro días”. Asimismo, hizo un llamamiento a los habitantes para “parar el COVID-19 en Pedrajas”, acatando todas las normas y evitando reuniones familiares, en especial a los más jóvenes a los que pidió “un esfuerzo adicional”.

Romo también anunció a través de un bando municipal la suspensión de la programación y recomendó “encarecidamente” que este año las peñas y pozales no organicen reuniones. A su juicio, las medidas de seguridad e higiene y distanciamiento social “brillan por su ausencia” y advierte que la responsabilidad y el cumplimiento de la normativa “recaerá sobre los propietarios de los locales y sobre las personas o tutores legales”. En el bando emitido también se pidió a las personas que hayan dado positivo en los test y a aquellos que por recomendación deben permanecer  en cuarentena que “cumplan con el confinamiento exigido”. 

Negocios familiares en cuarentena

El brote también ha tocado de cerca a negocios como el taller textil Savasa, regentado por un matrimonio, que se encuentran confinados. En este caso, fue la mujer de Santiago Román, encargada del negocio familiar, la que recibió el “duro mazazo” al dar positivo tras visitar a un familiar contagiado que trabajaba en el matadero de aves, donde surgió el brote. A pesar de ser asintomática, debe permanecer aislada al igual que Santiago, que está a la espera de los resultados. 

Por el momento, están “en jaque”, como expresa este vecino y han decidido cerrar el negocio “por seguridad” y para mantener a salvo a los once trabajadores del taller, “hasta ver qué determinan las pruebas”. Será entonces cuando “tendremos que realizar los test a los trabajadores y acatar las normas de confinamiento si es necesario”. Santiago Román comenta que ahora “no se pueden buscar culpables”, sino llevar la situación “lo mejor posible” para no tener que lamentar nada y “ser responsables”.