La selección española de baloncesto ha cumplido, con dos jornadas de anticipación, con el objetivo de la clasificación para el Mundial de China 2019 en base a la calidad, el honor y el compromiso de unos jugadores que, seguramente, no jugarán el torneo.

‘Ventanas’, culpas, intereses y responsabilidades al margen, lo cierto es que la clasificación para el Mundial de China 2019 ha sido un salto al vacío para todas las selecciones, no solo para el combinado nacional, que ha terminado de la mejor manera posible.

Sin los jugadores NBA y sin los de Euroliga, el abismo se cernía sobre todos y no faltaron los avisos sobre las posibles consecuencias, no ir al Mundial y no ir a los Juegos de Tokio 2020. Eslovenia, la última campeona de Europa, es el más claro ejemplo.