El Valencia disfrutó de lo lindo en el reencuentro con su afición, apenas fueron 3.000 seguidores, pero Mestalla recobró vida y pasión para llevar en volandas a sus jugadores para cerrar la temporada en su feudo con una goleada tras imponerse por 4-1 al Eibar, que necesitaba ganar para mantener sus esperanzas de permanencia y que ahora ya es equipo de segunda división.

Los aficionados valencianistas aprovecharon la ocasión para mostrar su rechazo a la gestión de Meriton y fueron constantes antes, durante y después del partido las críticas al máximo accionista Peter Lim y al presidente Anil Murthy.

Apenas habían pasado dos minutos cuando el Valencia, en una rápida transición, inauguraba el marcador y volvía a ir el grito de gol de sus aficionados. Carlos Soler habilitó a Guedes que entró en carrera al área y batió por el palo corto a Dmitrovic.

Edu Expósito pudo lograr la igualada de forma inmediata pero su disparo desde la frontal salió fuera por muy poco. Ahí acabó el intento de reacción del conjunto vasco mientras que el Valencia seguía haciendo mucho daño por su banda izquierda con el tándem formado Gayá y Guedes. Entre ambos fabricaron las jugadas de los dos siguientes goles con Carlos Soler como ejecutor con un doblete a la media hora de juego.

Mendilibar vio a su equipo noqueado y trató de hacerle reaccionar un doble cambio ofensivo con la entrada de Sergio Enrich y Bryan Gil. La jugada le salio bien al técnico del equipo vasco ya que Bryan recortó diferencias en el primer balón que tocó y abrió la puerta de la esperanza a los suyos.

El Valencia, un tanto relajado tras su tercer gol, vio como el Eibar se le echó encima y apunto estuvo de marcar el 3-2 en una doble ocasión en la que tras estrellar un balón en el poste, el rechace lo remató Enrich pero se encontró con un despeje con el pie poco ortodoxo de Cillessen que evitó el tanto poco antes del descanso.

El atisbo de reacción que el equipo armero había apuntado en los minutos finales del primer tiempo se encargó de mitigarlo a las primeras de cambio Guedes. El luso repitió de cara a puerta nada más reanudarse el partido y ahí acabó el choque. El 4-1 era un muro insalvable para un Eibar que se veía ya en Segunda División.

El Valencia no quiso hacer más sangre y el encuentro bajó de revoluciones, lo que aprovechó la grada para volver a manifestar su disconformidad con la gestión del club. Los gritos de "Peter vete ya" y de "Anil, canalla, fuera de Mestalla" fueron coreados de manera constante por los seguidores valencianista a lo largo del último encuentro en Mestalla de la temporada.