El técnico Javi Baraja se ha despedido del Real Valladolid a través de una carta remitida este viernes a Efe, en la que define a la entidad blanquivioleta como "el club de sus amores", y en la asegura que "es el momento de hacer una parada, tras siete años como entrenador, para analizar todo con tiempo y calma".

Baraja recuerda que ha sumado "cuatro años más defendiendo los colores blanquivioletas, y muchos que están por llegar" según ha vaticinado en su misiva, en la que agradece al Real Valladolid los años en los que ha dirigido al filial, las dos últimas temporadas, al cadete y al juvenil, donde inició su carrera como técnico.

"Solo tengo palabras de agradecimiento al club por darme la oportunidad de formarme como entrenador y sentir lo que es defender a tu club desde el banquillo, en especial, a los que confiaron en mí desde el principio", recoge el texto. Tampoco ha querido olvidar a "los verdaderos protagonistas, que son los jugadores", de los que se ha mostrado "orgulloso" de "todos y cada uno de ellos, y de su progresión personal y profesional", y a su cuerpo técnico, Jesús Rueda y Roberto Lozano "por su entrega, profesionalidad y lealtad".

Por último, ha querido despedirse de la afición, "por el apoyo" al Promesas y sentir que "ese equipo" es parte del Real Valladolid, al tiempo que ha destacado el haber conseguido que el público "subiese a los Anexos orgullosa de ese grupo" y ha cerrado la carta con un "hasta pronto" y un "ahora y siempre: Aúpa Pucela". Javier Baraja tenía un año más de contrato con el club vallisoletano, que también le ha disfrutado como jugador y como capitán del primer equipo para, después, contar con él como técnico del cadete, el juvenil y el Promesas, al que ha dejado en la Primera RFEF, tras una gran última campaña.