El Universidad de Valladolid cedió de forma ajustada y dolorosa ante CV Bruxas, sobre todo por tratarse de un rival directo en la parte baja de la tabla y por haber tenido en la mano la posibilidad de volver con un triunfo que sería balsámico.

El choque empezó de la mejor manera posible, con un equipo pucelano muy enchufado que llegó a tomar ocho puntos de ventaja. Después, una mezcla de errores y empujón local hizo que el encuentro se igualada aunque en el rouge final la balanza cayó del lado de las pupilas de Álvaro Hernández (22-25).

Máxima igualdad en el arranque del segundo set, donde las universitarias lograron una mínima renta de dos tantos (10-12) pero, a partir de ahí el tanteo cambió radicalmente y, ni dos tiempos muertos y cuatro cambios fueron capaces de frenar un parcial de 15-1 con el que el CV Bruxas lograba la igualada (25-13).

La tercera y cuarta manga fueron muy similares, con un gran vóley mostrado por ambos conjuntos que se repartían fallos y errores, algo que se vio reflejado en el tanteo donde la Universidad de Valladolid se hizo con el tercero (22-25) pero no pudo hacer lo propio con el cuarto (25-21). Todo se iba a decidir en el quinto set.

Y ese fue el momento en que la Universidad de Valladolid fue un querer y no poder tras el 2-2 inicial, para acabar hincando la rodilla por un claro 15-6 que le aleja una semana más de salir de los puestos de descenso en Primera Nacional. Las notas positivas del encuentro fueron que se sumó un punto, el debut de Paloma con una buena actuación y la consolidación de Berta en el puesto de lateral.