'La Script' se pone al frente de la noche de los Oscar

Agencias
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Pepa Blanes y María Guerra encabezarán el programa que se emitirá en #0 y en Movistar Estrenos, mientras que Cristina Teva estará en directo en la alfombra roja en Los Ángeles

Esta madrugada, Movistar+ se viste de gala para la emisión de los Oscar. La programación especial comenzará en #0 con la emisión del espacio La noche de los Oscar, que repasará las candidaturas a partir de las 23,45 horas. Posteriormente, en Movistar Estrenos, en directo y en exclusiva, se ofrecerá la alfombra roja y la gala de entrega de premios. 

El evento más importante del séptimo arte se celebrará en el Dolby Theatre de Hollywood en la que será la mayor reunión de estrellas del firmamento cinematográfico. Desde los estudios de Movistar+ en Madrid y en conexión con la ciudad de Los Ángeles, un año más se vivirá la emoción de una gala que, en esta edición, contará con la presencia de Pedro Almodóvar y Antonio Banderas, nominados en las categorías de Mejor película de habla no inglesa y Mejor actor.

María Guerra y Pepa Blanes, presentadoras de La Script en Movistar+, estarán al frente de la retransmisión de la edición número 92 de los Premios de la Academia estadounidense. Desde Los Ángeles, Cristina Teva y Gui de Mulder estarán, como cada año, al pie de la alfombra roja. Asimismo, en el plató de Movistar+ contarán con la colaboración de Laia Portaceli, Alberto Rey y Elena Neira, experta en redes sociales.

Y el lunes 10 de febrero, en prime time, Movistar Estrenos emitirá un programa resumen con los mejores momentos de gala.

Al inicio de la temporada de premios en Hollywood todo apuntaba a un duelo por el Oscar a mejor película entre Martin Scorsese con El irlandés y Quentin Tarantino con Érase una vez...en Hollywood, pero en el camino se han colado 1917 y Parásitos.

Acostumbrados ya a todo tipo de piruetas técnicas en el cine, Sam Mendes ha dejado boquiabierto al público con 1917, una película con la apariencia de un único plano secuencia y que traslada a los espectadores a la crudeza y absurda violencia de la I Guerra Mundial.

En el otro extremo está Parásitos. Casi nadie habría imaginado que una comedia negra de Corea sobre el lado más perverso del capitalismo podría ser una de las favoritas. Bong Joon-ho es el genio detrás de esta cinta que ha arrasado en los cines y que inició su triunfal recorrido con la Palma de Oro Cannes.

En la categoría a Mejor actor el premio ya tiene nombre. Maquiavélico, escalofriante y muy retorcido, el Joker tiene la habilidad de lograr lo que desee cueste lo que cueste. Algo así ha aprendido de ese papel Joaquin Phoenix, que el domingo a buen seguro se llevara el Oscar por su mayúsculo y desbordante trabajo en Joker.

La más que previsible victoria de Phoenix (ya triunfó en los Globos de Oro, los Bafta y los galardones del Sindicato de Actores) dejará víctimas colaterales de gran talento como Adam Driver (Historia de un matrimonio), Leonardo DiCaprio (Érase una vez... en Hollywood), Jonathan Pryce (Los dos papas) y, sobre todo, un Antonio Banderas memorable en Dolor y gloria.

En la categoría femenina, cuando Renée Zellweger recogió el Globo de Oro a la mejor actriz, pocas caras de sorpresa hubo entre el público, pues Hollywood ha aclamado la manera en la que la intérprete da vida a Judy Garland en Judy.

Después de un parón cuando se encontraba en lo más alto, por «las malas decisiones» que el estilo de vida frenético le llevó a tomar, su regreso ha sido a lo grande. Sus rivales son Cynthia Erivo (Harriet), Scarlett Johansson (Historia de un matrimonio), Saoirse Ronan (Mujercitas) y Chalirze Theron (Bombshell).

Por último, en pocas ocasiones la categoría de mejor dirección reúne a nombres tan conocidos como las de interpretación, pero con apellidos como Scorsese, Tarantino o Mendes, el premio promete caer en un cineasta mítico.

Quentin Tarantino, Martin Scorsese, Sam Mendes, Todd Philips y Bong Joon-ho son los candidatos; todos ellos cuentan en su currículum con, al menos, una obra icónica, aunque la alegría por el talento reunido pronto derivó en decepción: de nuevo ninguna mujer aspira en la categoría.