Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Reflejos, por una vez

17/11/2021

El Grupo Parlamentario Socialista en el Senado ha evitado un nuevo episodio de presión sobre el Gobierno a cuenta de driblar a sus socios nacionalistas del PNV, y a independentistas catalanes que no lo son, y se ha librado de una nueva serie de andanadas procedentes de los partidos de la derecha, al votar en contra de la mención a una posible independencia de Escocia en el futuro introducida en el informe final de la ponencia sobre las consecuencias del Brexit, aprobado en la Comisión Mixta para la UE, en la que no han dado el visto bueno a las tres recomendaciones en las que se aludía a la situación de Irlanda del Norte y de Escocia, por suponer una injerencia en un asunto constitucional de otro país.  

En el caso de Escocia, se trataba simplemente de la mención a una evidencia y a una cuestión conocida, que tras perder un primer referéndum de autodeterminación los nacionalistas escoceses preparan una nueva petición al parlamento británico para realizar un segundo referéndum tras la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea. En el referéndum del Brexit, los escoceses votaron de forma masiva por mantener la pertenencia a las instituciones europeas. Pero ese europeísmo confeso no les garantiza que la UE les abriera las puertas de forma inmediata si gana la secesión, para lo que se requeriría una decisión unánime de Los 27 y algunos de ellos, entre ellos España, no está dispuesta a dar paso a los pueblos o naciones sin Estados que muchos países tienen en su seno.   

Este incidente en el que el PSOE ha demostrado reflejos para no abrir un nuevo frente, de los inútiles, pero que requieren el uso de energías que es mejor utilizar en otros asuntos de mayor enjundia, pone de relieve que los nacionalistas están a la que saltan para ganar centímetros en su relato. Así, la senadora de JxCat, Mariona Illamola  reconocía que el texto propuesto solo constataba que en Escocia hubo un referéndum y su resultado, las iniciativas futuras y que se trataba "de enmiendas neutras que exponen la realidad". "Por esconderla o no reflejarla en un texto no va a cambiar", dijo en el debate. En efecto, si se trata de la exposición de una peripecia conocida no debiera haber motivo de discordia ni por incluirla ni por no citarla, a no ser que se trate de una cuestión relevante para los intereses de los secesionistas españoles.  

Los independentistas catalanes han transitado por medio mundo buscando un modelo que se acomodara a sus intereses y han pasado por Quebec, Groenlandia o Kosovo, y sobre todo por Escocia en busca de una hoja de ruta que los lleve a la independencia, obviando que las leyes británicas aplicables a Escocia no pueden estar más alejadas de las establecidas en nuestro ordenamiento jurídico.  

Item más, los independentistas catalanes y vascos deben recordar que en el referéndum de autodeterminación escocés perdieron los partidarios de la independencia porque ganó el voto del miedo a quedarse fuera de Europa. El independentismo en España tampoco pasa por sus mejores momentos. En el País Vasco nunca fueron tan pocos los partidarios de la secesión, en un momento en el que les va bien con el autogobierno. Y en Cataluña hay repliegue a los cuarteles de invierno. PSOE, PP y Vox han votado juntos. Una polémica menos.