De corazón blanquivioleta

M.B
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Sisi jugó en el Real Valladolid en dos etapas recientes, de 2006 a 2008 y de 2009 a 2012. El centrocampista es uno de los pocos del ascenso con Mendilibar que sigue en activo. Juega en el Tokushima Vortis de la J2 League de Japón

De corazón blanquivioleta

Alberto (retirado), Pedro López (Levante), Alberto Marcos (retirado), Iñaki Bea (retirado), Javi Baraja (retirado), Álvaro Rubio (retirado), Borja (Real Valladolid), Capdevila (Sport Boys de Bolivia), Sisi (Tokushima Vortis de Japón), Víctor (retirado) y Llorente (retirado). Del once tipo del Real Valladolid del ascenso meteórico a Primera con Mendilibar solo dos futbolistas jugaron 40 partidos: Víctor y Sisi. El primero está aquí en Valladolid, trabajando con la Tecnificación del club; y, ¿el segundo? 

Sisinio González Martínez, más conocido como Sisi, que no Sisiano, como solía llamarle precisamente Mendilibar, nació en Albacete hace 32 años. Comenzó a despuntar en las categorías inferiores del queso mecánico, lo que le hizo ganarse una oportunidad en el Valencia. Y para allá se fue con tan solo 15 años. Jugó con los ché hasta el filial, siendo internacional en todas las categorías menores. Tras dos años cedido en el Hércules, con un ascenso de por medio de Segunda B a Segunda A, en julio de 2006 llega a Valladolid, también a préstamo. «Tuve muchos problemas para la firma. Recuerdo que se habían equivocado con el contrato y me quedé ganando menos», relata como una anécdota nada más llegar. La siguiente fue su viaje a Austria, donde el equipo hacía la pretemporada: «Lo hice con los descartados, Losada, Robles y Figueredo. Y ellos preguntándome por qué me había venido a este club...»

Sisi fue uno de los protagonistas de aquel recordado ascenso a Primera en 2007. Jugó 40 encuentros e hizo 4 goles. En total vistió la camiseta blanquivioleta en 166 partidos, logrando 14 dianas. Lo hizo en cinco temporadas, divididas en dos etapas. La primera, desde 2006 a 2008. La segunda, tras jugar un año en el Recreativo de Huelva (tenía cerrado un acuerdo con el Betis, que se rompió a última hora), de 2009 a 2012. Su corazón es blanquivioleta. Más de una ocasión lo ha dicho. Y eso se lo sigue reconociendo la que fue su afición durante años y que no olvida sus cabalgadas por la banda o aquellos últimos partidos con una luxación en el hombro derecho y ya sabiendo que su destino iba a ser Osasuna. «Para mí todo son buenos recuerdos. Siempre digo que Valladolid me educó. Me formó como persona», asegura.

Los últimos tres años los ha pasado fuera de España. Cuando acabó contrato con Osasuna acumulaba tres lesiones de gravedad aunque quería seguir haciendo una de las cosas que más le gusta, el fútbol. El manchego se fue a Corea ese 2015, jugando una temporada en el Suwon FC. A pesar de que intentaron que se quedada regresó a Europa, jugando en el Lech Poznan polaco y el Veria griego, con poca suerte y escasos minutos. En 2017 volvió a Asia, llegando al Gifu, de la Segunda japonesa. Recuperó las ganas por jugar al fútbol, fue importante y jugó 39 encuentros. Eso la abrió las puertas del mercado nipón, aceptando una oferta del Tokushima Vortis, donde ha estado todo este último año (37 partidos y 1 gol) y donde seguirá el próximo. A su lado ha destacado otro español, David Barral; dirigidos por Ricardo Rodríguez. Enfrente, entre otros, el técnico Miguel Ángel Lotina. 

Sisi, que se desenvuelve y responde a entrevistas en japonés, no olvida Valladolid. Es socio, junto a David Silva, de la bodega Soto I Manrique; y de aquí es su pareja, Carol, mujer ya estos días. Manchego... sí, pero de corazón blanquivioleta: «Lo tengo claro, aquí me vendré a vivir cuando deje el fútbol».

«Tú te llamarás como a mí me dé la gana»

Sisi fue Sisiano durante dos años en Valladolid. Realmente fue Sisiano para Mendilibar que, ante el recordatorio del manchego de que se llamaba Sisinio, llegó a decir: «Tú te llamarás como a mí me dé la gana». El medio ha sufrido varias lesiones de gravedad. Y de todas se ha levantado. La primera con el Pucela, en octubre de 2009, fue una fisura en el peroné de la pierna izquierda; la segunda, con Osasuna, en noviembre de 2012, una rotura grado II-III del ligamento lateral interno, una rotura del menisco externo y una rotura parcial del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha; y la tercera llegó en octubre de 2013: ligamento cruzado anterior y del menisco interno de su rodilla izquierda.