Una puerta al pasado

Iñigo Seoane
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Una vida comprometido con su pasión por las casetas regionales

Una puerta al pasado - Foto: Jonathan Tajes

José Luis Bellido llegó a Valladolid en 1960, cuando a su padre, funcionario de Renfe, le designaron en la estación del pinar de antequera. Ahora con 77 años, ha crecido con la ciudad y es el Presidente de la Federación de Casas Regionales y Provinciales en Castilla y León. Siempre ha procurado trabajar desde aquí y ha llegado a rechazar diferentes propuestas para cambiar Valladolid por Madrid, pero siempre ha elegido la ciudad en la que ha trabajado desde que terminó sus estudios y la que le dió la oportunidad de trabajar en su pasión.

1.San Pablo. El primer sitio inolvidable que recuerda de su llegada a Valladolid. Le encandiló su fachada y afirma que «su arquitectura frontal, por supuesto, es única», pero guarda una relación especial con la iglesia conventual y añade: «yo estuve interno con los padres dominicos, no aquí sino en Olmedo, desde los nueve años hasta que casi me ordené. Pude elegir libremente irme y continuar mis estudios fuera por lo que guardo un gran recuerdo de los dominicos y claro está de San Pablo». 

2.Paseo Zorrilla. Ha visto la evolución en toda su extensión. Lo recuerda cuando solo comprendía desde la Plaza de Toros a los jardines de la Rubia. «Antes cuando acababa el paseo eran todo casas molineras, en el buen sentido de la palabra, entonces nosotros llegábamos con la feria a un descampado y ahora es todo un barrio hecho y derecho», declara.

3.Estadio José Zorrilla. Aquí se celebra ahora la Feria de Folclore y Gastronomía que él mismo está preparando. Recuerda que cuando el Real Valladolid todavía no era una sociedad anónima deportiva fue secretario del club. Afirma que «tuve la suerte de ser elegido secretario y parte de ese estadio lo he podido ver crecer junto a Tomás Rodríguez Bolaños, que en paz descanse».

4.Pinar de Antequera. Su primera residencia en Valladolid. A su padre le asignaron la estación del pinar y desde entonces conoce la zona y siempre que puede se acerca. También guarda un bonito recuerdo de las instalaciones recreativas de FASA. «Pude negociar con Santiago López González, quien cedió los terrenos, y ahora todo está muy bonito», explica.

5.Las Delicias. «Es mi barrio, es donde vivo. Aquí me asenté cuando me emancipé», afirma. H a vivido en diferentes sitios desde la calle canarias hasta cerca del arco de ladrillo, pero sobretodo recuerda cuando trabajó en montaje 1. «Vivía muy cerca de donde tenía que trabajar y cuando llegaba tarde iba por la única calle que tenía que recorrer ajustándome el cinturón y la camisa», comenta entre risas.

6.La puerta de Campo Grande. Se declara un habitual del parque, por el que pasea muchas veces. Pero para él, la puerta que da a la Plaza Zorrilla es un lugar especial. «Tengo grandes recuerdos, aquí nada mas entrar se encontraba el teatro Pradera del que pude disfrutar pocos años pero nunca me olvidaré», recuerda con una sonrisa y añade que «además era el sitio donde nos juntábamos los amigos, los mejores momentos de mis primeros años en Valladolid están arraigados aquí».

7.La Estación de Tren (Calle de Recondo). La conoció como Estación del Ferrocarril y sus recuerdos más importantes son de cuando así se denominaba. Después de que su padre trabajara en la estación del pinar, le asignaron aquí como jefe de estación. Aún así vivió muy poco aquí, «mi madre se asustó porque llegó y vio dos salones, catorce habitaciones...todo ello encima de la estación que era donde vivían los trabajadores como mi padre, no como ahora que son todo oficinas», explica. También destaca que «pronto nos fuimos a vivir a puente colgante, pero allí pase unos años con muy buenos momentos».

8.La ribera del río. En toda su extensión. Comenta que «yo conocí Valladolid cuando sólo había cuatro puentes como quien dice, ahora todo ha cambiado muchísimo». Ahora agradece que hay muchas zonas por las que pasear o pararse a disfrutar del río rodeado de naturaleza. «El parque Ribera de Castilla también es un lugar muy especial, allí estaban las ferias de San Mateo, y cuando se celebraban todo lo que veíamos al otro lado del río eran huertas», declara. 

9.Centro Segoviano (Calle José María Lacort, 5?). «He trabajado mucho en otros lugares, pero este es un lugar especial para mí por los buenos momentos que he pasado con gente que he conocido aquí mismo». Gracias a las diferentes vivencias que han tenido lugar aquí destaca muy agradecido que «se ha convertido en un lugar donde confundo el trabajo con el ocio, venir aquí es ya es como un hobby, cada día que vengo me lo paso bien con gente con la que comparto intereses comunes».

10.Iglesia de Santa María de la Antigua. «Aunque la catedral sea la catedral, la Antigua es inconfundiblemente vallisoletana», afirma mientras lastima que la catedral podría haber sido un gran lugar con calado histórico sino fuese porque está inacabada. «Siempre que salimos de congresos o ferias, siempre nos piden que llevemos algo de la torre de la antigua», concluye orgulloso sobre un edificio «muy singular que suele pasar desapercibido».