Sacyl prepara obras para evitar otra parálisis hospitalaria

A. G. Mozo
-

El Clínico y el Comarcal de Medina tendrán una nueva estructura fija para las urgencias de los pacientes con coronavirus, el Río Hortega diseñará un circuito covid y en Arturo Eyries se trasladarán varias especialidades para poder implementarlo

Entrada de Urgencias del Hospital Clínico de Valladolid - Foto: J. Tajes

La Consejería de Sanidad piensa ya en el futuro que llegará el próximo otoño cuando se teme un posible rebrote de la pandemia. Lo hace cuando todavía tiene ingresados a medio centenar de pacientes covid en sus hospitales de Valladolid, pero con la perspectiva de saber que apenas dos meses antes llegaron a ser diez veces más. Quieren estar listos y por eso están preparando una batería de medidas tendentes a evitar que el coronavirus lleve a sus hospitales y centros de salud a otra parálisis como la ocurrida en estas semanas.

Para ello, se van a ampliar los puestos UCI y se van a acometer las obras necesiarias para que, si hay que llevar a cabo una ‘reescalada’, la covid-19 no vuelva a detener el resto de la actividad. «Es difícil que no afecte a la actividad sanitaria, pero dependiendo de la intensidad del rebrote, hay que intentar que tengamos unas estructuras que nos permitan amortiguar el impacto que tiene sobre la actividad normal de los hospitales y de los centros de salud», tal como explica a El Día de Valladolid el gerente de Sacyl en Valladolid, Eduardo García Prieto, quien detalla que «hay algunas obras planificadas para que, en el caso de que haya un repunte de la pandemia, se esté preparados para no tener que ‘reescalar’ de nuevo tanto en los hospitales y se pueda mantener una mayor actividad de tipo ordinario, contando con unas zonas más específicas para atender a los pacientes covid».

En el caso de la ampliación de las unidades de cuidados intensivos de ambos hospitales (con 11 camas en el Clínico y 21 en el Río Hortega), el objetivo es «no tener que utilizar las REA y las URPA, lo que, a su vez, evitaría paralizar toda la actividad quirúrgica», señala García Prieto.

Pero los planes van más allá: «Ya estamos viendo qué obras podemos hacer en un plazo corto de tiempo, ya que hay casos en los que vamos a necesitar adaptaciones para para tener el circuito covid, que implica contar con dos puertas distintas y diferenciadas para entrada y salida de los pacientes», apunta el gerente del Sacyl en Valladolid. En el caso de la zona de Urgencias del Clínico, por ejemplo, «se piensa en poner una estructura diferenciada», mientras que en el Río Hortega, «al contar con más puertas, se están diseñando circuitos distintos». «Todo está en estudio y a lo mejor necesitamos hacer algún tipo de obra, pero esas obras necesitamos hacerlas ya», enfatiza. 

El Hospital Comarcal de Medina del Campo es otro ejemplo en el que Sacyl tiene «problemas para mantener el doble circuito»: «Hasta ahora hemos estado utilizando tiendas de campaña que nos ha puesto el Ejército y eso lo tenemos que sustituir por una estructura más permanente, más estable. Y como lo tenemos que hacer en muy poco tiempo, seguramente haya que ir a elementos prefabricados».

Sacyl ha descartado la opción de que uno de los dos hospitales, Río Hortega o Clínico, asumiese toda la actividad covid, como ha ocurrido en algún caso en la Comunidad de Madrid, por ejemplo: «Eso no sería posible, porque si hiciésemos eso nos quedaríamos con la mitad de los recursos. Y hay determinados servicios que su traslado de uno a otro, tendría un coste elevado».

REDISTRIBUIR SERVICIOS ENTRE HOSPITALES

Lo que sí están estudiando en Sanidad es «posibilidades de redistribución de servicios entre los dos hospitales» para mejorar esa organización de cara a un repunte», argumenta el gerente de Sacyl en Valladolid.

En esa línea, y ya en el ámbito de los centros de salud, García Prieto avanza que para poder mantener el doble circuito en Arturo Eyries, por ejemplo, «se van a desplazar ciertas consultas de especialidades al hospital». Otro ejemplo que pone el gerente es el de Alaejos, donde también existen problemas para mantener el doble circuito, por lo que«se estudia la posibilidad de utilizar un local que está próximo al centro de salud».

EL VIEJO RÍO HORTEGA

Todo, pensando en un otoño de rebrote y para el que también se prepararán tres plantas del viejo Río Hortega –el actual edificio Rondilla– con 250 camas de contingencia para covid, con «el objetivo de poder contar con una estructura que sea más permanente que el hospital de la Feria y poder llevar todo lo covid». «Las obras hay que acometerlas de una forma rápida, en este periodo de verano, por si hay repunte en los meses de otoño, poderlo asumir», avisa García Prieto. En esta línea, la consejera de Sanidad, Verónica Casado explicó esta semana que será una «estructura estratégica» pero su uso «no será ordinario».

En igual sentido, no se prevé una reserva específica de plantas en los hospitales: «Vamos reservando plantas para covid a medida que tenemos más o menos pacientes, pero lo que no vamos a hacer es reservar un determinado número de plantas o de camas en cada hospital», señala García Prieto. «Cuando los pacientes covid sigan  bajando, pues llegará un momento en que ocupen una habitación en regimen de aislamiento, pero sin necesidad de que haya un planta entera, de modo específico, para enfermos con el virus. Pero no va a haber unas camas sin utilizar por si llega un paciente covid, sino que lo que se hace es facilitar que los hospitales tengan capacidad de maniobra por si hay un rebrote y por eso no los ponemos en marcha al 100% de su capacidad, que es lo que estamos haciendo».