Auvasa acelera su digitalización para recuperar viajeros

M. Rodríguez
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Desaparece el pago en metálico, con cierto rechazo, y se generaliza el uso de la aplicación móvil y tarjetas bancarias en Auvasa. Además, se podrá recargar los bonos vía web y, en breve, en los parquímetros

Un autobús de Auvasa recorre las calles de la ciudad.

Auvasa es una de las primeras empresas públicas de transporte de viajeros de España que da el paso de eliminar el pago en metálico en los autobuses. Esta es una medida que se implantó en la mayoría de las capitales hace más de un año por la pandemia, dentro de las determinaciones sanitarias para evitar los contagios, y ahora se confirma que en Valladolid no se revertirá. Un anuncio que no ha  estado exento de cierta polémica política y social por lo que algunos usuarios califican de despotismo o exclusión digital. 

Por contra, la Concejalía de Movilidad recuerda que tan solo  un 1,7% del total de pagos en Auvasa se hacen en metálico. Una opción, que apuntan, sigue disponible porque se pueden adquirir billetes simples en más de un centenar de quioscos y estancos, donde también se puede realizar la recarga de los distintos bonobuses.  «No hay una gran demanda por parte de los usuarios, y el argumento de los problemas para la gente mayor no es tal porque están adaptados», replica Luis Vélez, concejal de Movilidad.

Desde el Ayuntamiento también cuestionan peticiones como las de la OCU, basada en un estudio que denuncia que Valladolid es la única ciudad de la región que ha optado por suprimir este medio de pago.Y en la misma línea se ha desestimado el ruego del Partido Popular presentado en el último Pleno. Los 'populares' defienden la petición en base a que el comercio tradicional ya ha recuperado esta forma de pago y que, además, la situación sanitaria también lo permite.

Para justificar esta decisión se recurre a un amplio argumentario, incluidos los 500.000 euros en gastos de gestión que conlleva para la empresa el plus de quebranto de moneda que se paga a los conductores por asumir el cobro de los billetes. Aunque Vélez reconoce que, de momento, este plus se mantendrá hasta que se apruebe el próximo convenio, que llevan meses negociando empresa y trabajadores.

Pero, además, el concejal apunta otro problema derivado de la gestión de estos pagos en efectivo: se necesitaban dos personas para contar el dinero de la recaudación de cada línea, un trabajo que, detalla, no estaba exento de ciertos problemas porque había dificultades para «cuadrar». «Se barajó comprar una máquina para contar monedas, pero costaba más de 400.000 euros. Eso es una inversión que se tarda muchísimos años en amortizar», detalla Vélez. De hecho, recalca que por cada billete ordinario, que cuesta 1,50 euros, el gasto de gestión de la empresa llega hasta los 1,30 euros.

 

Tecnología punta.

Todo esto ha acelerado un proceso de renovación tecnológica previsto para finales de este año. Un salto a la digitalización que llega poco más de una década después de la implantación de la actual tarjeta de transporte sin contacto, que eliminó la de cartón. «Quizás hemos llegado tarde, pero ahora hemos acelerado el proceso y hemos comprado lo último que está en el mercado a nivel tecnológico», detalla el edil. 

Estas nuevas opciones de pago hacen que los usuarios del transporte público en Valladolid pueden optar por hacerlo con sus dispositivos móviles gracias a la app Auvasa Pay, que permite abonar el billete utilizando nuevos soportes como la tarjeta bancaria o el teléfono móvil. En su presentación en periodo de prueba, en diciembre de 2020, ya se apuntaba que se trata del «mayor avance tecnológico «del transporte urbano» en la ciudad, en consonancia con la línea estratégica de modernización de los sistemas TIC. De hecho, la empresa GMV, instalada en el Parque Tecnológico de Boecillo, ha sido la responsable del diseño de las nuevas plataformas de pago. «Es una ciudad pionera con el despliegue de nuestro nuevo sistema de acceso y pago basado en EMV, permitiendo que cualquier usuario que disponga de una tarjeta bancaria, física o virtual en su móvil, pueda acceder al autobús directamente, sin necesidad de registro o compra previa de ningún billete», explican. Una línea que se ha completado con el nuevo contrato de ticketing e información al usuario. 

Para esto ha sido necesaria la instalación de nuevas validadoras embarcadas, que permiten abonar el billete sencillo con tarjeta bancaria (de crédito y débito). Además, se pueden utilizar las tarjetas virtualizadas en Google Pay, Apple Pay o Samsung Pay, tanto en teléfonos móviles como en los relojes inteligentes. En este caso, al igual que con el bonobús de tarjeta, no es necesario ningún resguardo en papel. «Simplemente se valida y pasa al interior. Esto ayuda a hacer más rápida la carga de pasajeros y nos permite ser más eficientes», explican desde la empresa.

Otra opción para los usuarios es descargar la aplicación Auvasa Pay, con la que se pueden adquirir y validar tanto los billetes sencillos (1.50 euros) como bonos de 10 viajes (bonobús ordinario por 0,70 euros viaje). La app permite comprar estos títulos que se guardan en forma de código QR, de forma que se puedan validar al acceder al vehículo.

Estos cambios han obligado a que el personal de Auvasa disponga de una aplicación para comprobar si la tarjeta de crédito o el código QR del viajero se han empleado para validar a bordo. Eso obliga al viajero a conservar su tarjeta de crédito o el móvil (con suficiente batería para mostrar el billete) durante todo tu trayecto. «En caso de que se requiera que prueben su validación, serán su justificante. Si viaja acompañado, el último viajero en bajarse del bus debe guardar la tarjeta o el móvil. Si no puede probar la validación, será sancionado», se advierte.

Estos nuevos medios de pago son complementarios a los actuales para los títulos de billete sencillo y bonobús ordinario, que se ofrecen a un público objetivo que supera el 60% de los viajeros totales del año 2019. Según los datos ofrecidos por los responsables de Auvasa, a finales de septiembre la empresa ya ha recuperado el 70% de los viajeros respecto a la misma fecha de 2019, después de la sangría que supuso la pandemia.

Pago en parquímetros.

La Concejalía de Movilidad también sigue trabajando en la idea de que las tarjetas bonobús se puedan cargar en los parquímetros instalados en la zona ORA o en los que se instalen en barrios que no cuenten con ellos. «Este es un sistema complementario, que se desarrollará más adelante porque ahora nos urge más habilitar la carga vía web»,detalla Vélez.