Manuel Saravia ha escrito una entrada en su blog donde se muestra dolido por los argumentos de Óscar Puente para no llegar a un gobierno conjunto del PSOE y de Valladolid Toma la Palabra. 

El texto de breve comentario es el siguiente:

No voy a entrar ahora en lo que ha dicho para justificar su decisión. Solo querría recordar algunos insultos que nos ha dedicado. Tenemos «complejo de superioridad». Somos «intransigentes», maleducados (no lo ha dicho expresamente, pero cree que no le saludamos), «cainitas», «autodestructivos». Hace algún día también nos tachó de «soberbios». En fin, un rosario de epítetos completamente innecesarios. La exposición de sus razones podría funcionar exactamente igual de bien (o de mal) con insultos o sin ellos. ¿Qué falta hacían?

No sé. Pero quizá se entienda mejor todo si asociamos este conjunto de palabras hirientes con un tuit del que se hizo eco el pasado sábado, y que los medios han vinculado a la negociación entre PSOE y VTLP. Decía así: «La dignidad es como la humildad. Exagerarla se convierte en egocentrismo». Es muy curioso. Porque la humildad es una virtud. Pero la dignidad es un derecho. El único derecho que de verdad tenemos. El que recoge a todos los demás. Y, la verdad, nunca pensé que la dignidad pudiese exagerarse, Óscar.

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