Formación para luchar contra las 'fake news'

Óscar Fraile
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Una profesora de la UVa y un investigador ponen en marcha un proyecto de innovación docente para instruir a los estudiantes de Periodismo sobre este problema y para verificar noticias falsas

Pablo Berdón e Itziar Reguero posan junto a la Facultad de Filosofía y Letras. - Foto: Jonathan Tajes

La generalización del uso de los medios sociales y las diferentes plataformas de comunicación han sometido a la población a un torrente de información que no siempre es fácil de digerir. Y un entorno en el que se confunde la credibilidad del emisor y la fiabilidad del mensaje es un caldo de cultivo perfecto para las fake news, un anglicismo que hace referencia a las noticias falsas.

Ni siquiera los estudiantes de Periodismo se escapan a un problema que ha provocado que gigantes como Facebook y Google implementen herramientas específicas para combatirlas. Itziar Reguero, profesora de Periodismo en la Universidad de Valladolid (UVa), y Pablo Berdón, investigador sobre la historia de los medios de comunicación, hicieron una encuesta entre estudiantes de Periodismo de toda España y comprobaron que más del 70 por ciento de ellos había sido víctima de alguna noticia falsa.

Esta consulta, entre otras cosas, fue el origen de un proyecto de innovación docente en la UVa denominado Alfa (Alfabetización mediática contra fake news). Una iniciativa de Reguero y Berdón que pretende mejorar la formación de los futuros profesionales de la comunicación, con talleres específicos dentro del Grado de Periodismo, pero que ambos hacen extensiva a toda la comunidad universitaria en algunos ámbitos. Por ejemplo, un verificador de noticias para identificar estas fake news. «Pretendemos que se beneficie de este proyecto el mayor número de personas posible porque es importante para la formación de los futuros periodistas y para la sociedad en general», explica Reguero. En este sentido, está previsto que a finales de este curso se organice una jornada divulgativa, que será presencial o telemática en función de la evolución de la pandemia. «La idea es comenzar con las verificaciones de noticias para conocer qué tipo de errores son los más visibles y, a partir de ahí, adaptar el trabajo de las jornadas y talleres», añade Berdón.

Aunque ambos son los impulsores, hay 22 personas detrás de este proyecto, todas integrantes de la comunidad universitaria. Un equipo que, a su vez, está reforzado con un comité de expertos con formación en campos como el Derecho, la Historia, las Relaciones Internacionales, la Medicina, etcétera. «Son la fuente a la que podemos acudir para realizar esas verificaciones de noticias», señala la docente. Unas comprobaciones que siempre se realizan con un «prisma académico y científico». Y con un espíritu constructivo. No se trata de señalar a los medios de comunicación que incurran en las noticias falsas, sino hacer una reflexión global sobre los errores que más se repiten para evitarlos y ayudar a mejorar como sociedad.

El verificador de noticias de Alfa permite a los usuarios enviar informaciones a los responsables del proyecto. Para ello hay que rellenar un formulario en el que se deben responder cuestiones como si el titular se corresponde con lo descrito en el texto, si sucede lo mismo con el contenido gráfico, si se citan fuentes o si se atribuyen frases literales a personas que no con correctas. Cuando el equipo recibe y analiza la información, publica una reflexión sobre la misma, con las puntualizaciones que procedan. 

Proliferación. Reguero cree que uno de los factores que ha contribuido a la proliferación de las noticias falsas es la sustitución por parte de la audiencia de los medios de comunicación tradicionales por líderes de opinión que no son profesionales de la comunicación «y que no tienen la formación para hacer la labor social que hace el Periodismo». Y precisamente esta es una de las «grandes batallas» que, según ella, debe librar la profesión. Por su parte, Berdón también apunta a una «competitividad extrema» en los medios de comunicación como origen de este problema. Además, incide en que en la literatura académica sobre noticias falsas  se profundiza mucho en los errores que hay en el contexto. «Si los periodistas no tienen tiempo para elaborar informaciones sosegadas y con tranquilidad, lógicamente se van a obviar contenidos contextuales de la situación que están abordando», asegura.

Este proyecto de innovación académica quiere ser parte de la solución. Por un lado, para mejorar la formación de los futuros periodistas, y, por otro, por contribuir a reforzar el espíritu crítico de una sociedad abrumada por la información y que no siempre tiene las herramientas adecuadas para separar el grano de la paja.