Se busca presidente para la Audiencia Provincial

A. G. Mozo
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Seis jueces 'vallisoletanos' se postulan para suceder a Feliciano Trebolle al frente de la Audiencia Provincial. Cuatro civilistas y dos penalistas que ejercen o ejercieron en la ciudad intentarán convencer al CGPJ de que son la mejor opción

Aspirantes a la Presidencia de la Audiencia Provincial de Valladolid.

El ‘nuevo’ Feliciano Trebolle saldrá de un sexteto de prestigiosos magistrados con una estrecha vinculación personal y profesional con Valladolid, hasta el punto de que en el listado que tiene sobre la mesa el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aparecen dos ex jueces decanos de la ciudad, así como el actual y otro que lo fue en Logroño en los años 90, junto a un experto civilista y un penalista que lleva desde hace más de quince años al frente de uno de los seis juzgados de Instrucción de la capital..
Estos seis ‘vallisoletanos’ apuestan por repetir la receta que tan buen resultado le dio a Trebolle durante los 16 años que lleva en la Presidencia, un cargo que deja el lunes por su jubilación. «Si algo funciona bien no lo cambies», dice un José María Crespo (Instrucción 1) que buscará mejoras en el campo de las nuevas tecnologías para así «economizar tiempo y dinero, sin merma de la calidad de trabajo».
Él es uno de los dos penalistas que se presentan. Emilio Vega, el actual decano y titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer, es el otro, aunque también es experto en el Derecho de Familia. Su idea es que «la Justicia sea transparente, cercana y amable», pero también más eficaz, para lo que propone crear comisiones entre la Audiencia y los Juzgados para trabajar en la «unificación de criterios».
Es algo en lo que coinciden otros, como Nicolás Gómez Santos (ex juez decano de Logroño y titular de Primera Instancia 7 de Valladolid), quien también apuesta por dar a la Justicia local una mayor «vocación europeísta». Javier Carranza (ex juez decano y magistrado en la Audiencia de Burgos), por su parte, cree que se puede «dar un impulso al servicio de mediación en Civil y en Familia». Ignacio Segoviano (ex juez decano) abogar por «agilizar la actividad» y conseguir más juzgados. Y Martín Verona tiene claro que una de sus prioridades es «lograr la unificación de sedes judiciales», con una «Ciudad de la Justicia céntrica».

 

UNO A UNO

Francisco Javier Carranza (57 años) | Sección II de lo Civil de la Audiencia de Burgos: Fue decano los Juzgados de Valladolid entre 2002 y 2006. Del Juzgado de Primera Instancia 6 pasó a la Audiencia de Burgos en 2015. Antes, en 2012, intentó sin éxito conseguir la Presidencia de la Audiencia de Palencia. Explica que pretende «aportar una serie de iniciativas que permitan acercar la organización, la actuación y la respuesta judicial de la Audiencia Provincial de Valladolid a un nivel de excelencia», para lo que planea, entre otras cosas, impulsar la mediación, «especialmente la civil y de familia», además de «una apuesta decidida» por la mejora del funcionamiento del expediente digital.

José María Crespo de Pablo (53 años) | Juzgado de Instrucción 1 de Valladolid: Lleva desde 2003 al frente de Instrucción 1. Su única incursión en una carrera de este tipo fue hace unos meses, cuando se presentó sin éxito al cargo de juez decano.
«Si algo funciona bien, no lo cambies», defiende, en referencia al legado de Feliciano Trebolle: «En el campo de la mediación civil y penal, la trasparencia, la preocupación por mejorar la planta judicial de Valladolid...  Tan solo haría hincapié en las nuevas tecnologías y su aplicación en la provincia, con el fin de economizar tiempo y dinero sin merma de la calidad del trabajo», detalla.

Nicolás Gómez Santos (57 años) | Juzgado de Primera Instancia 7 de Valladolid: Gómez Santos fue juez decano de Logroño, pero lleva desde 1997 al frente del Juzgado de Primera Instancia 7 de Valladolid, desde donde quiere dar el salto a la Presidencia de la Audiencia Provincial. «Mis ideas fundamentales son la cercanía, eficacia y vocación europeísta», apunta. «En un momento como este, donde las grandes decisiones jurídicas en muchas ocasiones se toman en tribunales internacionales, y por jueces de diferentes nacionalidades, se hace preciso que la Audiencia intervenga de una forma activa en un intercambio de conocimientos entre los distintos países».

Ignacio Martín Verona (53 años) | Juzgado de Primera Instancia 12 de Valladolid: Martín Verona es, desde 2009, el titular del Juzgado de Primera Instancia 12 de Valladolid, a donde llegó tras un periplo por Durango, Toro, Vitoria, Burgos y Palencia. Recientemente se presentó a una Vocalía del CGPJ. «Mi principal aspiración sería  conseguir la tantos años ansiada unificación de las sedes judiciales, principal problema que acucia a la administración de Justicia en nuestra ciudad. Se trata de un objetivo común de las instituciones, y trabajaré apra apoyar las iniciativas que se impulsen en esa linea», explica el aspirante, al tiempo que apuesta por una «Ciudad de la Justicia céntrica».

Ignacio Segoviano Astaburuaga (58 años) | Sección Civil y Penal de la Audiencia de Palencia: Segoviano pasó 19 años en Valladolid, entre el Juzgado de Primera Instancia 9 y el 15, los últimos 12 siendo, además, el juez decano de la ciudad. En 2018 se hizo una plaza en la Audiencia Provincial de Palencia. Su plan se asienta en la transparencia que ya compartió en su etapa como decano con Trebolle; en la seguridad jurídica, con el fin de «intentar fijar unos criterios claros tanto para jueces como para funcionarios y profesionales y mejorar la coordinación»; y en la eficacia, «aprovechando los medios materiales y personales para agilizar la actividad judicial, y revisando la planta judicial».

Emilio Vega González (53 años) | Juzgado de Violencia sobre la Mujer 1 de Valladolid: Vega González aterrizó en Valladolid en 2009, después de pasar por Villafranca de los Barros, Benavente, Barcelona, Gijón y Zamora. Es el magistrado titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer y, desde el año pasado, el juez decano. La idea que tiene para la Presidencia de la Audiencia de Valladolid habla de «conseguir que la Justicia sea transparente, cercana y amable al ciudadano», porque, según explica, «a veces la gente no quiere que se les dé la razón, sino que se conforma con que se le escuche». «A veces esto es complicado porque tenemos mucho trabajo y tenemos que hacerlo con falta de medios»,  añade.