Fuego cruzado en la hostelería vallisoletana

Óscar Fraile
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La asociación provincial del sector y los sindicatos se acusan mutuamente de mentir y de una «incompetencia» que ha derivado en la paralización de la firma de un convenio que afecta a 10.600 trabajadores

El convenio de hostelería afecta a 10.600 trabajadores en Valladolid. - Foto: Alberto Rodrigo

Ha pasado casi un año desde que la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería (Apeh), la Asociación Hoteles de Valladolid y los sindicatos UGT y CCOO se sentaron a negociar el nuevo convenio colectivo después de que el periodo de aplicación del anterior finalizase el 31 de diciembre de 2017. Los desencuentros entre la Apeh y el resto de integrantes de la mesa han bloqueado las negociaciones.

El 15 de enero de este año tuvo lugar la primera reunión para constituir la mesa negociadora y fijar el calendario de reuniones. Los problemas comienzan en el segundo encuentro, celebrado el 21 de febrero. Al aprobar el acta de la sesión anterior se observan varios errores en los nombres de los firmantes. Uno en el segundo apellido de la presidenta de la Apeh, otro en el de la tesorera (aparece Hernández en lugar de Hernantes), además de que falta el nombre de Daniel Díez, asesor de la Asociación de Hoteles.

En este punto es donde comienzan las versiones opuestas de ambas partes. La Apeh sostiene que se repartieron cinco actas: una para ellos, otra para la Asociación de Hoteles, otras dos para CCOO y UGT y otra para el secretario, que es de CCOO. Sin embargo, los sindicatos lo niegan y sostienen que ese día la Apeh se quedó con todas las copias, y que se acordó repartirlas cuando se subsanaran los errores detectados.

Pasaron las semanas y los sindicatos llegaron a un acuerdo sobre el convenio con la Asociación de Hoteles del que la Apeh se desvinculó al entender que solo beneficiaba a los alojamiento, «un sector minoritario», en detrimento de bares y restaurantes, que son los que tendrían que «soportar» subidas salariales de entre 3,5 y el 3,7 por ciento al año.

El acta que no aparece. El problema para los sindicatos y la Asociación de Hoteles es que, para registrar ese acuerdo en la Oficina Territorial de Trabajo, aunque fuera sin el apoyo de la Apeh, necesitan el acta de constitución que sostienen que no tienen. Sindicatos y patronal de hoteles procedieron a pedir el documento a la Apeh, sin éxito. Así que los representantes de los trabajadores elaboraron otro acta para pedir a la Apeh que lo firmara. Y aquí se presentan otras dos versiones contradictorias. Los sindicatos aseguran que la única modificación del nuevo acta es que se designa a la presidenta de la Apeh, María José Hernández, como presidenta de la mesa, y a un representante de CCOO como secretario, tal y como les instaron desde la Oficina Territorial de Trabajo. Pero la Apeh denuncia que el acta tiene «modificaciones sustanciales» que implican, entre otras cosas, reconocer a la Asociación de Hoteles el mismo nivel de representatividad que a la Apeh, pese a ser una asociación «minoritaria», que el convenio tenga una eficacia general, es decir, que se aplique a todo el sector, además de privar a la Apeh de la capacidad de impugnarlo si lo considera oportuno. «Esta asociación no va a firmar un acta fuera de tiempo y de una mesa de negociación que esté legalmente constituida», señalan desde la Apeh. 

Sin avances. Ante la negativa de la Apeh a firmar el nuevo acta y a facilitar a la otra parte una copia del original, puesto que esto supondría poder registrar el convenio, los sindicatos sopesan denunciar a los hosteleros por «mala fe». Mientras el nuevo convenio no entre en vigor, los trabajadores siguen sin beneficiarse de los incrementos salariales que recoge, asumidos por la Asociación de Hoteles y por los sindicatos, pero no por la Apeh. CCOO calcula que la deuda de los hosteleros con los trabajadores por esta situación asciende ya a tres millones de euros. Un cifra que resulta de multiplicar los 25 euros más al mes que cobrarían los 10.600 trabajadores del sector durante once meses. 

Por su parte, la Apeh propone varias soluciones. Una es firmar un nuevo acta en el que se reflejen los porcentajes de representatividad de ambas asociaciones, de modo que la Apeh pueda quedar al margen de un acuerdo que considera «suicida» para el sector. También se muestran favorables a la propuesta de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) de negociar dos convenios por separado. Pero los sindicatos consideran que eso es una «locura». «No vamos a entrar a esas cosas porque es como si en el sector del comercio tuviéramos que negociar un acuerdo con las multinacionales y otro con las pequeñas tiendas», asegura el representante de CCOO, quien recuerda que las actividades hoteleras y las de hostelería están agrupadas en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE).

Uno de los principales puntos de desacuerdo del texto del convenio tiene que ver con la eliminación de las diferencias salariales en función de la categoría del establecimiento en el que se trabaje. La Apeh defiende que esa diferencia tiene que seguir existiendo, porque «la formación, la responsabilidad y el nivel de exigencia» no es igual en un hotel de cinco estrellas que en otro establecimiento de menor nivel. Pero los sindicatos consideran que es algo «anacrónico» y abogan por igualar los salarios más bajos a los más altos en los próximos cinco años. «En el convenio de Soria se ha pasado de tres categorías a una, igual que en Ávila y en Burgos; y en Segovia, de cinco a una, y no ha habido problemas, parece que los únicos que los tienen son los empresarios de Valladolid», se queja Sáez, quien señala que estos incrementos «no serían ninguna ruina» para el sector, toda vez que «se trata de salarios ligeramente superiores a los mil euros».

Héctor Yagüe, de UGT, sostiene que es «un abuso» y «un ejemplo de mala fe» el hecho de que la Apeh no facilite el acta original. «Están causando un grave perjuicio a los trabajadores del sector», asegura. Según él, el acuerdo con la Asociación de Hoteles «es legítimo y válido» para que el convenio entre en vigor.

 

CVE cuestiona que los hoteles «decidan por todo el sector» porque solo representan al 6,4%

 

La Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) considera que la propuesta avalada por sindicatos y la asociación Hoteles de Valladolid pondría en serio peligro a muchas pequeñas y medianas empresas de la hostelería, que no podrían soportar los incrementos salariales que se sugieren. Y pone un ejemplo muy gráfico. En los cinco años de vigencia del convenio, la subida salarial de un camarero de un hotel de cinco estrellas, el de más categoría de las cuatro que existen, se situaría en 5,1 por ciento, mientras que la de el mismo profesional en un bar de la categoría más baja se elevaría hasta el 24,7 por ciento.

Los sindicatos pretenden eliminar estas categorías y que los sueldos se igualen, como ya han hecho en otras provincias de Castilla yLeón. Pero la CVE opina que esa diferencia debe seguir existiendo, «ya que la formación, la responsabilidad y el nivel de exigencia no es el mismo en un establecimiento que en otro, como tampoco lo son los precios que abona el cliente».

representatividad. Por otro lado, la CVE cuestiona que el acuerdo entre sindicatos y hoteles tenga validez, toda vez que estos últimos solo representan 219 negocios de los 3.417 del sector que hay en Valladolid, un 6,4 por ciento. Además, añade que son 1.587 trabajadores, un 11 por ciento del total. «Vemos dudoso que se esté respetando la filosofía del diálogo social, al dejar fuera la opinión de la asociación del sector más representativa», opina la patronal, que «anima» a Apeh a no ceder ante las «presiones y coacciones» de sindicatos y hoteles, puesto que este convenio, aseguran, pondría en peligro a muchas empresas, especialmente en los barrios y las zonas rurales.

Sin embargo, tanto UGT como CCOO también cuestionan la legitimidad de la Apeh para negociar puesto que recuerda que, según el Estatuto de los Trabajadores, en los convenios de ámbito superior a la empresa, las asociaciones empresariales deben contar con al menos un diez por ciento de socios respecto al total de negocios. Tanto UGT como CCOO cuestionan que la Apeh llegue a esa cifra. Fuentes de la asociación aseguraron a este periódico que sus asociados son «unos 500».