En libertad otra vez y a la espera de su posible expulsión

A.G.M.
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El juez de guardia decreta su libertad con cargos por un delito de atentado a agentes de la autoridad, después de que el jueves por la tarde amenazase a dos policías. Sigue sin resolverse su expediente de expulsión

El hombre, sin camiseta, atacando comercios y escaparates de plaza de España. - Foto: D.V.

Luboslav T. ya está otra vez en la calle. El juez de guardia ha decretado hoy su puesta en libertad con cargos, después de su arresto de la tarde del jueves por delito de atentado a agentes de la autoridad, cuando amenazó con agredir a dos policías municipales, que fueron alertados de que este hombre de 31 años estaba causando problemas en el entorno del centro Cáritas de la calle Santuario. Hizo ademán de lanzarles un objeto voluminoso y acabó detenido.

Tras prestar declaración y pasar su segunda noche consecutiva en los calabozos de la comisaría de Las Delicias, pasó a disposición judicial y se le ha vuelto a dejar libre.

Es su cuarta puesta en libertad, tras otros tantos arrestos durante las últimas tres semanas, mientras se resuelve su expediente de expulsión, incoado precisamente tras la primeras de esas cuatro detenciones, la que acarrea las penas más graves.

Fue el 13 de octubre, cuando fue denunciado por una joven, menor de edad, por tocarle el culo en la discoteca Tintín. Acusado de abuso sexual (castigado con entre dos y seis años de cárcel), fue apresado y luego puesto en libertad con cargos. 

Su siguiente aparición fue la del viernes 25 en la plaza de España, inmortalizada con ese video viralizado a través de Whatsapp y por esa violenta huella que dejó en media docena de negocios. Ahí fue detenido por delito de daños y, tras pasar por el Clínico, volvió a salir en libertad el miércoles 30. Esa madrugada, un simple cigarro desató su furia, amenazando a dos jóvenes y hasta zarandeando a su perro; detenido por robo con violencia e intimidación y delito de amenazas.

A primera hora de la tarde del jueves 31 recuperaba su libertad y apenas un par de horas después se producía el incidente de la calle Santuario. Arresto, noche de calabozos, visita al juzgado y libertad, en bucle; y a la espera de ese expediente de expulsión.