La peor de las muchas consecuencias que ha tenido esta pandemia es un incremento de la mortalidad que está dejando la cifra de fallecidos en niveles desconocidos desde hace muchos años. Sin ir más lejos, en Valladolid han muerto más personas hasta la semana 43, la que acabó el 26 de octubre, que en todo el año pasado.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) puso en marcha un proyecto a principios de junio para medir la evolución de la mortalidad en España cada semana, pese a que en condiciones normales es un dato que solo ofrece al final del año. Este proyecto revela que Valladolid está en el grupo de cabeza de las provincias españolas donde más han aumentado los muertos respecto al año pasado, si bien los datos del INE son globales y no discriminan las muertes por coronavirus y las del resto de causas.
Hasta la semana 43 murieron en la provincia 5.159 personas, un 37,3 por ciento más que la media de las dos últimas décadas y un 27,7 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado. Solo hay nueve provincias que presenten peores datos respecto a 2019 y todas ellas son zonas muy afectadas por el envejecimiento poblacional, además de Madrid y Barcelona, donde el impacto de la pandemia ha sido muy importante. Las nueve provincias que presentan la peor evolución son Segovia (+54,5 por ciento), Albacete (+44,4), Ciudad Real (44,1), Guadalajara (+43,6), Madrid (+43,3), Soria (+38,6), Salamanca (+37,5), Barcelona (+33,9) y Toledo (+31,3). Es decir, entre las diez provincias con mayor incremento de fallecidos hay cuatro de Castilla y León, un detalle que revela hasta qué punto está afectando esta situación a la región más envejecida de Europa.
Para comprobar el protagonismo que tiene el coronavirus en este volumen de fallecidos es necesario comparar los datos de la Consejería de Sanidad con los del INE. Aunque en la actualidad ya han muerto más de mil personas en Valladolid por la covid-19, el 26 de octubre eran 927. Es decir, casi el 18 por ciento fallecieron por esta enfermedad.
Los datos del INE también permiten comprobar que la población mayor ha sido la principal pagana de esta situación. El estudio analiza el incremento porcentual de muertes por tramos de edad, de cinco en cinco. Pues bien, hasta los 55 años no se observan aumentos significativos. En cambio, en las personas de entre 55 y 60 años el número de muertes ha subido un 30 por ciento, y se ha disparado un 64 por ciento entre los 70 y 74 años, un 26 por ciento entre los 75 y los 79, un 112 por ciento entre los 80 y los 84, un 212 por ciento entre los 85 y los 89 y un 282 por ciento entre los que tienen 90 o más años.
Unos datos que concuerdan con la trágica situación que se ha vivido en muchas residencias de la tercera edad, donde el virus ha hecho verdaderos estragos y ha obligado a tomar drásticas medidas de seguridad, como prohibir la visita de familiares y aislar a los mayores en sus habitaciones aunque no tuvieran síntomas de la enfermedad. Solo por precaución. Una situación que todavía se mantiene en muchas residencias para contener la segunda ola de la pandemia.
En lo que se refiere al sexo de los fallecidos, en los últimos años las muertes más o menos han estado equilibradas al 50 por ciento en Valladolid, pero este año la incidencia es un poco mayor entre las mujeres, con 2.624 decesos, frente a los 2.536 de los hombres.
En la Comunidad. Los datos regionales también sitúan a Castilla y León por encima del incremento nacional de muertos, que se sitúa en el 18 por ciento. Hasta la semana 43 murieron en la Comunidad 29.578 personas, un 24,9 por ciento más que en 2019. Así, Castilla y León es la cuarta región del país con peores cifras, solo por detrás de Madrid (+43,3 por ciento), Castilla-La Mancha (+36,4) y Cataluña (+27,3).
Antes de la declaración de la pandemia, y también según los datos del INE, el cáncer y las enfermedades del sistema circulatorio eran las principales causas de muerte en Valladolid, con seis de cada diez, y los tumores más frecuentes eran los de pulmón, tráquea y bronquios y el de colon.