Los casos de  acoso en las aulas disminuyeron más de un 60 por ciento el curso pasado debido al confinamiento de los alumnos en el último trimestre. En concreto, la Consejería de Educación contabilizó 20 casos frente a los 54 anteriores. No ocurrió lo mismo con los relacionados con el ‘ciberacoso’, que se mantuvieron en cifras similares (en concreto pasaron a 40, frente a los 38 registrados en el 2018-2019). 

La consejera de Educación, Rocío Lucas, presentó el informe de Convivencia del Observatorio de la Comunidad y recalcó que las estadísticas están marcadas por la suspensión de la enseñanza presencial en el tercer trimestre, ya que los incidentes se basan en la convivencia y el contacto dentro de los centros.

En cuanto a la suma total de incidentes por acoso, confirmados o no, se elevó a 331, frente a los 446 del curso anterior y los 541 que registrados en 2017-2018.  Al igual que con las incidencias generales, el acoso tiene un perfil masculino, ya que seis de cada diez son hombres. Sin embargo, en el ciberacoso las alumnas protagonizan seis de cada 10.

La participación de las chicas en conflictos relacionados con la disfunción escolar, conflictos directos con alumnos y profesores, aumentó. En cuanto al alumnado reincidente y multirreincidente se produjo un descenso del 16,45 por ciento y del 19,13 respectivamente.

Además, 200 alumnos recibieron ayuda psicológica tras el confinamiento al detectar que tenían miedo a interactuar con otros ante el riesgo de contagio.

Menos conflictos

La disminución de los conflictos se produjo ya en enero, al respecto de las relaciones directas entre profesorado y alumnado, que incluye las agresiones a los docentes, algo que rompió «la tendencia de los últimos cursos».

Aunque el número de centros con incidencias es similar (638 frente a 717 el año anterior), la tasa de alumnos implicados, la mayor parte de carácter leve, se reduce hasta el 10,29 por ciento (953 estudiantes menos). «Esto quiere decir que un 40 por ciento de los centros no han comunicado incidencias significativas», destacó Lucas.

Finalmente, respecto a otras incidencias específicas experimentan un leve incremento las relacionadas con aspectos físicos, madurativos o relacionales (+8,32 por ciento) y descienden notablemente las que tienen que ver con el origen o cultura (-40 por ciento), así como las vinculadas al sexo o identidad sexual (-51,67%).

«El descenso generalizado creemos que influido por el confinamiento. Cabe destacar la caída de conflictos entre profesorado y alumnado en más de un 31 por ciento, incluyendo las agresiones a docentes, algo que se produjo ya antes de la suspensión de la actividad lectiva», afirma la consejera.

El informe incorpora como novedad el análisis de los dos periodos de recogida de datos -enero y junio-. De esta forma, se analiza con más detalle la evolución inicial de dichos datos, con actividad lectiva presencial, y los posteriores, una vez suspendida.

Lucas significó que «la convivencia escolar goza de buena salud», ya que la conflictividad continúa a la baja y las incidencias de carácter grave vuelven a ser puntuaes y están muy localizadas».

Actividades antiacoso

La titular de Educación reconoció el trabajo realizado desde los centros en una situación tan complicada, llevando a cabo cerca de 7.000 actividades específicamente vinculadas a la mejora de la convivencia.

El uso de procedimientos innovadores para resolver conflictos con el alumnado, como son los procesos de mediación y acuerdo reeducativo, ya suponen cerca de dos de cada diez actuaciones.

También señaló el crecimiento, del ‘Programa Sociescuela’, una herramienta informática contra el acoso escolar, que utilizaron 313 centros (142 en el curso 2016-2017).