La odisea de sufrir una cuarentena

A.G.M.
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Juan, Lara y sus dos hijos llevan en aislamiento desde el día 16 tras descubrir que fueron contactos estrechos de un positivo durante una comida vecinal. Relatan informaciones contradictorias sobre cómo hacer la cuarentena y retrasos con las PCR

Indicativo para la toma de muestras de PCR en el Hospital Clínico. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Sanidad estima que ahora hay en Valladolid en torno a mil ciudadanos en cuarentena por su vinculación con un positivo en covid-19. Juan, Lara y sus hijos con cuatro de ellos. Su aislamiento les llegó después de que estuviesen en una comida vecinal en la que una de las asistentes dio positivo. Por suerte, todas las pruebas que les han hecho han sido negativas, pero relatan una odisea entre la desinformación y el caos.

«El miércoles 16 nos llaman de la UME (los rastreadores puestos en marcha por el Ejército) y nos dicen que somos contacto estrecho de una persona que ha dado positivo, con lo cual nos piden que nos aislemos y nos dicen que ellos se encargan de llamar al centro de salud para que nos hagan la PCR, que demos aviso a la mutua del trabajo, pero nos dice que podemos llevar a los niños al colegio». Era la primera de las informaciones contradictorias que les iban a llegar en su nueva condición de ‘cuarentenados’. «Si hasta nos dijeron que podíamos ir a hacer la compra...».

«Nosotros nos aislamos y, por coherencia, dejamos de llevar a los niños al colegio, claro. Tras mil llamadas, logramos contactar con el centro de salud para explicarles todo y que nos hicieran las PCR a los cuatro. Esto ya lo conseguimos al día siguiente, el jueves, y nos dan la cita para el viernes».

El fin de semana transcurre con relativa normalidad, a la espera de un resultado que debía llegar el lunes y, en efecto, el día 21 saben que todos son negativos. Al haber sido considerados ambos como contactos estrechos –comieron junto a la mujer que dio positivo–, la cuarentena debía llegar en todo caso a los 14 días, si bien Juan, en su afán por tratar de reducir en parte las jornadas de baja laboral, solicita una segunda PCR que, en caso de ser negativa, acorte ya los plazos de aislamiento, incluso a una semana. «La segunda prueba me la hacen el martes, con la idea de darme los resultados incluso el mismo miércoles, pero la realidad es que se pasa todo el miércoles sin resultados y lo mismo pasa con el jueves... ¡más de 72 horas!».

Juan confía en poder volver a su puesto de trabajo el lunes, pero la sensación que le deja todo esto es que «es todo muy incoherente»: «Ha habido gente que estuvo en esa misma reunión, también con la chica que dio positivo, y que han llamado ellos mismos al centro de salud y ni siquiera les han dicho que deban hacerse PCR. Viendo esto, es normal que se esté en esta situación es un caos».