El Encuentro lleva la emoción a Santa Cruz

D.V.
-

Se trata de unos de los momentos más emotivos de la Semana Santa de Valladolid

La procesión de El Encuentro ha cortado el tráfico este martes en el entorno de la plaza de Santa Cruz, que acoge el encuentro de la Virgen con su hijo en la calle de La Amargura. Se trata de unos de los momentos más emotivos de la Semana Santa de Valladolid y que rememora anualmente la coincidencia en el camino hacia el Monte Gólgota de Cristo, visiblemente torturado, con su madre.

A las 20.30 horas salió desde la iglesia de San Andrés el paso de Cristo Camino del Calvario (Miguel Ángel González Jurado y José Antonio Saavedra) portado a hombros por la Cofradía del Cristo Despojado, dando inicio así a la Procesión del Encuentro de la Santísima Virgen con su Hijo en la calle de la Amargura. Unos 15 minutos más tarde, sobre a las 20.45 horas, partió de las Angustias la Virgen del mismo nombre (Juan de Juni, hacia 1561) y acompañada por su penitencial titular, cuyos hermanos comisarios de paso la han llevado a hombros.

Más fotos:

Procesión del Encuentro
Procesión del Encuentro - Foto: J.T.
Procesión de El Encuentro
Procesión de El Encuentro - Foto: J.T.
Procesión del Encuentro
Procesión del Encuentro - Foto: J.T.
Procesión del Encuentro
Procesión del Encuentro - Foto: J.T.
Miles de personas arropan la procesión del Encuentro
Miles de personas arropan la procesión del Encuentro
Procesión del Encuentro
Procesión del Encuentro - Foto: J.T.
Procesión de El Encuentro
Procesión de El Encuentro - Foto: J.T.
Procesión de El Encuentro
Procesión de El Encuentro - Foto: J.T.
Procesión de El Encuentro
Procesión de El Encuentro - Foto: Jonathan Tajes
Procesión de El Encuentro
Procesión de El Encuentro - Foto: J.T.

El encuentro entre las dos imágenes, entre las dos cofradías, ha tenido lugar en torno a las diez de la noche, momento en que ha dado inicio un acto penitencial y que estará arropado por miles de vallisoletanos que como cada año han acudido a esta cita religiosa, de fervor, pero también artística, ante lo que significa la sobriedad del acto, en ese marco renacentista, de dos tallas, antigua y moderna, que confluyen en lo que esta realidad de la Semana Santa: pasado, presente y futuro.