La apertura de terrazas se retrasa y aún genera dudas

M.B
-

«No tenemos claro que vaya a haber muchas», reconoce la presidenta de la Asociación de Hostelería, María José Hernández, que agradece el gesto de pasar del 30% al 50% de aforo, pero que pide más y mejores medidas

La apertura de terrazas se retrasa y aún genera dudas - Foto: Jonathan Tajes

«Se autoriza la reapertura al público de las terrazas de los establecimientos de hostelería y restauración limitándose al cincuenta por ciento de las mesas permitidas en el año inmediatamente anterior en base a la correspondiente licencia municipal. En todo caso, deberá asegurarse que se mantiene la debida distancia física de al menos dos metros entre las mesas o, en su caso, agrupaciones de mesas». Así recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE) la orden que permitirá a los establecimientos hosteleros abrir en cuanto Valladolid entre en la fase 1 «para la transición a la nueva normalidad»

Es decir, los locales de restauración y hostelería podrían abrir sus terrazas aunque con la mitad de su capacidad habitual. El problema en Valladolid es saber cuándo se va a pasar precisamente de fase, ya que no hay fecha aún, salvo para algunas zonas (Mayorga, Esguevillas y Alaejos).

Mientras, las dudas y la incertidumbre aflora en un sector que la semana pasada se plantó ante el primer plan del Gobierno, acordando de forma «unánime» no abrir las puertas de los negocios cuando solo se permitía poner en marcha terrazas a un 30% de capacidad. El posterior aumento ha hecho que algunos, sobre todo los que están trabajando con comida para recoger y llevar, lo estén valorando.

«Pensamos que lo más importante es cómo se van a realizar las reaperturas. Damos más importancia a las medidas sanitarias, de seguridad, distanciamiento que a limitar el aforo», confirma la presidenta de la Asociación de Hostelería de Valladolid, María José Hernández, que valoraba positivamente la ampliación, aunque señalaba que «es insuficiente, no sabemos cuántos hosteleros van a poder abrir, pues cuesta mucho levantar la persiana con el establecimiento cerrado». De nuevo, desde la Apehv se pide una flexibilización de los ERTE, «para poder mantener las plantillas y que sea el propio empresario el que los vaya incorporando a medida que el negocio lo necesite», la exención de impuestos, la bajada del IVA del 10% al 4% e inyectar liquidez a las empresas.