La pobreza llega a la clase media y se disparan las ayudas

M.Rodríguez
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El Ayuntamiento de Valladolid y la Diputación multiplican las ayudas de emergencia, además de hacerse cargo de la alimentación de los niños con beca de comedor

La pobreza llega a la clase media y se disparan las ayudas - Foto: Wellington Dos Santos Pereira

Uno de los efectos secundarios del coronavirus, y para el que todavía no hay una receta efectiva, es el incremento de la pobreza. Los indicadores apuntan a que el impacto económico y los problemas de solvencia de las familia serán más fuertes que en la crisis de 2008. Las administraciones y organizaciones sociales consultadas por El Día de Valladolid explican que a sus servicios ya han llegado usuarios que nunca antes habían necesitado la ayuda de los Servicios Sociales. De hecho, este virus se ha extendido por los colectivos en exclusión social, pero también ha contagiado a una buena parte de la clase media, que se ha visto afectada por la pobreza sobrevenida, que afecta a los que han perdido su trabajo y no pueden pagar una vivienda o su alimentación básica.
Esto ha obligado a las administraciones públicas y a las organizaciones del tercer sector a hacer un esfuerzo extra y diseñar nuevos protocolos para mitigar esta situación crítica que, como advierten, todavía está en su estadio inicial.

 

AYUNTAMIENTO

La pobreza llega a la clase media y se disparan las ayudasLa pobreza llega a la clase media y se disparan las ayudas

La administración más cercana, la municipal, ha cuadruplicado las ayudas de emergencia. En este periodo especial se han concedido 425 por 188.000 euros, aunque ya está disponible una nueva partida de 800.000 euros. A esto hay que sumar las ayudas para la alimentación infantil y las comidas para las familias vulnerables. Inicialmente, el Ayuntamiento repartió 1.260 tarjetas, con 150 euros al mes, para que las familias de menores con beca de comedor compraran alimentos. Además, el servicio de catering llega a otros 176 hogares con escasos recursos económicos, que durante el curso escolar tenían garantizada la comida en los colegios. Esta partida ha resultado «insuficiente» y se aprobó, en consenso con el resto de grupos municipales, una dotación económica extraordinaria de 210.000 euros para las próximas semanas.
Los servicios sociales municipales han atendido en este tiempo 6.845 llamadas y los trabajadores sociales han mantenido el seguimiento a 6.089 usuarios. El Ayuntamiento también se ha hecho cargo de las pernoctaciones de 48 personas en pensiones.

 

DIPUTACIÓN

Una situación extrema que también se ha notado en la provincia. Los CEAS de la institución provincial han recibido 3.257 llamadas y han realizado 4.660 de seguimiento. Los servicios sociales han adaptado su sistema al teletrabajo y reducido la burocracia para gestionar las ayudas de emergencia. Desde el inicio de la crisis se han concedido 93 ayudas, a 44 familias por valor de 33.000 euros. El impacto de la crisis también ha motivado 596 peticiones de alimentación y 274 derivaciones a entidades sociales para obtenerla. Además, se atendió a 210 niños beneficiarios de beca de comedor escolar gracias a un convenio con Caritas y Cruz Roja, mientras que otros 535 beneficiarios han recibido una ayuda directa vía transferencia bancaria. Además, el servicio de comida a domicilio sumó 20 nuevos usuarios y ya llega a 339. Tordesillas y Nava del Rey son las zonas con mayor demanda de este servicio. 

 

CRUZ ROJA

Por su parte, la ONG ha atendido en Valladolid a más de 7.100 personas. En este periodo su balance solidario incluye 2.400 entregas de bienes de primera necesidad y más de 180 asistencias farmacológicas a distintos vecinos. Además, los voluntarios han hecho más de 600 asistencias para trámites como ir a la compra o al banco, y diariamente realizan un seguimiento personalizado a través de más de ?9.100 llamadas a personas en situación de vulnerabilidad -personas mayores, con enfermedades crónicas, infancia, dependientes, personas con discapacidad, entre otras-. A esto se suman más de 2.500 llamadas a personas socias de Cruz Roja mayores de 60 años para saber de su estado de salud, facilitar la información sobre prevención de la covid-19 y detectar posibles necesidades. También ofrece un servicio de apoyo psicológico frente a la covid-19 en el teléfono gratuito y anónimo 900 107 917.
Un trabajo que se realiza gracias al trabajo de 520 voluntarios. «Nadie se había enfrentado a una situación así. Las peticiones de ayuda se han incrementado casi un 50 por ciento», explica Beatriz Ronda, responsable del programa de extrema vulnerabilidad.

 

CÁRITAS

Desde le organización religiosa apuntan que todavía no hay datos concretos, pero pueden confirmar que ha subido la incidencia de la denominada pobreza sobrevenida. «Son las personas que antes de esta crisis tenían una trabajo (empleadas del hogar, autónomos,...) que les permitía vivir, pero que ahora sin ingresos y sin colchón de ahorros o familia tienen que pedir ayuda», detalla Luis Miguel Rojo, delegado de Cáritas. En este sentido, desde la organización se hace una labor de «acompañamiento» y no se limitan a facilitar ayudas en especie. De hecho, aunque den puntualmente paquetes de alimentos prefieren entregar a las familias tarjetas prepago, con importes que oscilan entre los 50 y los cien euros, para que puedan comprar los productos que necesitan. Estas ayudas suponen una dotación, en lo que va de crisis, de más de 50.000 euros, que han servido para atender a 900 familias (2.624 personas). 
El perfil de damnificados por la covid-19 incluye migrantes, familias monoparentales, personas enfermas o parados de larga duración. «Se intenta que reciban una ayuda integral. Desde el acompañamiento hasta programas específicos, como los de empleo o de apoyo psicológico. Muchas veces con la bolsa de alimentación no solucionamos el problema, que va mucho más allá», reitera. También realizan el seguimiento a 300 personas mayores y apoyan a 227 familias para que sus hijos no queden excluidos por la brecha digital. «Las diferencias sociales ya existían antes de la crisis, pero ahora se van a incrementar y dejar unas huellas muy profundas». 
Otra medida que ha tomado Cáritas durante esta crisis es reabrir el Centro de Higiene para que las más de 30 personas sin techo, que han optado por seguir en la calle, puedan acudir a asearse y tomarse un café. «Lo hemos organizado con cita previa y con las necesarias medidas de seguridad». Mientras, otras 13 están alojadas en el albergue temporal habilitado en el Seminario, donde se les han elaborado itinerarios personalizados para lograr después su inclusión social.

 

BANCO DE ALIMENTOS

Esta organización que había repartido inicialmente alimentos a todas las entidades sociales para satisfacer las demandas hasta el 15 de mayo ha tenido que reabrir sus puertas y ponerse a trabajar a toda máquina. «Con la crisis, la gente que estaba en precario ya no puede ni cubrir sus gastos de alimentación», apunta Jesús Mediavilla, presidente del Banco de Alimentos de Valladolid. Muchas de estas personas han llamado al 012 (teléfono de ayuda habilitado por la Junta) y se les ha ofrecido un primer lote de alimentos, aunque ahora deben ser los Ceas los que tramiten las siguientes ayudas. «Se han disparado las ayudas», reconoce. Todos los meses esta organización reparte unos 230.000 kilos de alimentos a las distintas entidades de la provincia, que luego distribuyen a los benificiarios. Pero esta crisis puede hacer que a final de año haya más de 24.000 beneficiarios. Esto, con el agravante de que el estado de alerta no les permite organizar las operaciones de recogida de alimentos programadas.